10 motivos para ver 'Napoleón', lo más esperado de Ridley Scott en cines

El estreno de una película de Ridley Scott en España, sobre todo cuando esta aborda una de las vidas más apasionantes de la historia, ya es razón más que suficiente para acudir en tropel al cine. Pero, en caso de que sea necesario, te damos diez razones más para verla a partir del 24 de noviembre.
Joaquin Phoenix en el tráiler de 'Napoleón'.
Joaquin Phoenix en el tráiler de 'Napoleón'.
Cinemanía
Joaquin Phoenix en el tráiler de 'Napoleón'.

Napoleón empezó su historia a la edad a la que mueren las leyendas, 27 años. Ya casado con Josefina, el pequeño cabo dirigió al ejército francés en las campañas de Italia y Austria, gracias a las cuales cosechó imprevisibles victorias que lo encumbran como un héroe nacional. Le quedaban, por entonces, 24 años de vida. En ellos se comprimen conquistas, expediciones, un golpe de estado, un imperio, más conquistas, más expediciones, las primeras derrotas, un exilio, un fallido regreso, un destierro y, por fin, una muerte muy lejos de su Córcega natal cuando acababa de superar, por la mínima, el medio siglo. 

Una existencia a así sólo puede narrarse a lo grande: además de inspirar a incontables escritores (desde Stendhal hasta Emil Ludwig, autor, quizá, de su mejor biografía), Napoleón ha invadido el séptimo arte gracias a Abel Gance y su monumental y mudo retrato de casi 10 horas (según la versión más extensa del mismo) y ha tenido el rostro, entre otros, de Marlon Brando. La Francia napoleónica, por su parte, fue la cuna cinematográfica de Ridley Scott, que debutó como director con Los duelistas, desarrollada en 1800. Décadas después del estreno de esta película, los nombres de Scott y Napoleón vuelven a entrelazarse y nosotros te damos 10 motivos para que vayas a ver el resultado

1. Porque nadie dirige mejor una batalla

Austerlitz, Borodinó, Trafalgar, Waterloo… ¿A quién puede no apetecerle contemplar la apoteosis y caída de un mito en el campo de batalla? Con un cine épico que, prácticamente desde El señor de los anillos, ha sido absorbido por la pequeña pantalla, Ridley Scott se niega a batirse en retirada y continúa, firme, resistiendo en solitario: no es el que a él le guste recrear choques de espadas y cargas de caballería, es que lo hace mejor que nadie. 

La última vez que se puso tras una cámara para demostrarlo fue en El último duelo. Para entonces, ya había rodado Gladiator, El reino de los cielos o Robin Hood, que, con independencia de su desigual calidad, contienen pasajes bélicos absolutamente deslumbrantes.

Joaquin Phoenix en 'Napoleón'.
Joaquin Phoenix en 'Napoleón'.
Cinemanía

2. Porque nadie interpreta mejor a “mercancías dañadas”

Esa fue, textualmente, la frase que Ridley Scott usó para describir la especialidad de Joaquin Phoenix, y la razón por la cual depositó sobre los hombros del actor la casaca napoleónica. El ganador de un Óscar por El Joker (una mercancía dañada de primera categoría) colaboró con Scott en Gladiator, encarnando al sádico y delirante Cómodo en un trabajo magistral, que fue seguido por un inacabable y extravagante desfile de seres atormentados y desquiciados: el penúltimo, el temeroso Beau de Beau tiene miedo.

Joaquin Phoenix en el tráiler de 'Napoleón'.
Joaquin Phoenix en el tráiler de 'Napoleón'.
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3. Porque Vanessa Kirby está en estado de gracia

Encontrarle una pareja de baile a Joaquin Phoenix no ha sido fácil: la primera Josefina fue Jodie Comer, que abandonó el proyecto por problemas de agenda y en medio de una cómica discusión en las redes sociales, en las que se censuraba que la actriz fuese más joven que Phoenix cuando Josefina era varios años mayor que Napoleón (que hablasen en perfecto inglés no era un problema). La edad de Kirby sigue siendo inferior a la de Phoenix, pero no su talento, popularizado por The Crown y celebrado con una nominación al Óscar por Fragmentos de una mujer. 

Joaquin Phoenix y Vanessa Kirby en 'Napoleón'
Joaquin Phoenix y Vanessa Kirby en 'Napoleón'
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4. Porque a la crítica le ha gustado, pero no demasiado

“Aburrida”, “Espectacular”, “Uno de los mejores trabajos de Ridley Scott”, “Cada vez que pienso en ella, me gusta menos”… Napoleón se queda a medio camino entre la victoria de Austerlitz y el descalabro de Waterloo. Está en tierra de nadie, el territorio privilegiado de su director. El reino del cielo, para muchos, su mejor obra, no alcanza en Rotten Tomatoes el aprobado; y ni Gladiator se libró de un par de buenas bofetadas, como esta: “No es horrible del todo”.

La superproducción se recuerda por la imponente épica medieval de Ridley Scott, el reflejo de la época de las Cruzadas, el rol heroico de Orlando Bloom en el punto álgido de su carrera, las aportaciones secundarias de Jeremy Irons y Liam Neeson, las localizaciones españolas (con el castillo de Loarre al frente) y por supuesto por el magnetismo de Green como Sibylla. Fue su primer filme de gran proyección.
'El reino de los cielos' fue masacrada por la crítica.
(Fox)

5. Porque nos permitirá tomarle el pulso a ‘Gladiator 2’

Ridley Scott ya ha advertido a la muerte de que esta lo hallará con una cámara en la mano. El cineasta ochentón tiene su calendario repleto de actividad: tras Napoleón, vendrá Gladiator 2 y, luego, un wéstern. Después, y si el tiempo lo permite, alguna más. La más esperada es, por supuesto, la secuela de Gladiator, cuyo guion correrá a cargo de David Scarpa, que también firma el de Napoleón. Aunque la notable Todo el dinero del mundo fue la primera colaboración entre Scott y Scarpa, su idoneidad para un proyecto como Gladiator 2 tendrá, en Napoleón, por género y envergadura, su examen final. 

Ridley Scott vuelve a la carga con 'Gladiator 2'
Ridley Scott vuelve a la carga con 'Gladiator 2'
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6. Porque necesitamos viajar por el mundo

Aunque los tiempos de encierro de la pandemia cada vez quedan más lejos, una película como Napoleón que lleve nuestros ojos a Egipto, Italia, Francia, Inglaterra o Marruecos siempre se agradece, aunque sea para ver derramamientos de sangre. O precisamente por esto.

Fotograma de 'Napoleón'
Fotograma de 'Napoleón'
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7. Porque es una película para ver en la gran pantalla

Desgraciadamente, no todos los títulos, ni siquiera la mayor parte, que llegan a salas ofrecen una experiencia que atenuaría el hecho de verlos desde casa, en la pantalla de nuestro televisor. Con Napoleón, esto sí ocurre, y hay que aprovecharlo.

Joaquin Phoenix en el tráiler de 'Napoleón'.
Joaquin Phoenix en el tráiler de 'Napoleón'.
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8. Porque no será la versión definitiva de ‘Napoleón’

Si Abel Gance puso en circulación varias versiones de su biografía del pequeño cabo (desde una de 72 minutos para Estados Unidos, hasta otra de casi 10 horas), ¿cómo iba Ridley Scott a conformarse con una? Especialmente cuando hablamos del hombre que convirtió el término “montaje del director” en un prolífico género cinematográfico. En una entrevista, Scott ya ha confirmado que Apple TV+ estrenará una segunda versión extendida de Napoleón de 4 horas y 10 minutos, más de hora y media por encima del metraje de la que llega a cines. 

Joaquín Phoenix en 'Napoleón'.
Joaquín Phoenix en 'Napoleón'.
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9. Porque es un pretexto para que Ridley Scott conceda entrevistas

Amén de un director excepcionalmente dotado para el cine, Ridley Scott es gruñón y franco de la forma más divertida posible. Sin embargo, la única ocasión para disfrutar de su vitriólica espontaneidad es durante las promociones de sus películas: por el momento, Napoleón ya nos ha brindado un zurriagazo a los historiadores (“Cuando alguno me afea falta de rigor, le pregunto si él estaba allí cuando ocurrió y le digo que se busque una vida”) y un desplante al sentimentalismo de Martin Scorsese y a su temor a quedarse sin tiempo para contar nuevas historias (“Mientras él hacía Los asesinos de la luna, yo he rodado cuatro películas”). 

Joaquin Phoenix, Vanessa Kirby y Ridley Scott en la premier de 'Napoleón' en Londres.
Joaquin Phoenix, Vanessa Kirby y Ridley Scott en la premier de 'Napoleón' en Londres.
Getty Images

10. Porque es, exactamente, la película que debería ser

Si, hace años, espectadores y críticos de cine hubiesen fantaseado con las películas que les depararía el futuro, una biografía de Napoleón dirigida por Ridley Scott habría sido una de las apuestas más populares. Y, con un poco de suerte y por el mismo motivo, alguien habría introducido a Joaquin Phoenix en la ecuación. Napoleón es una tan afortunadamente previsible que es una película condenada a existir de la forma en la que ha acabado existiendo. Y, lo que es más difícil, se encuentra a la altura de las expectativas creadas.

Joaquin Phoenix en el rodaje de 'Napoleón'.
Joaquin Phoenix en el rodaje de 'Napoleón'.
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