Netflix ha realizado el recuento del final de febrero y, más que entonar el mea culpa, lo que habrá hecho es felicitarse tras apostar por Tyler Perry. A Perry, lo hemos visto, como actor, en Perdida (de Fincher) o en No mires arriba, ambas películas disponibles en Netflix. Sin embargo, también ha dirigido y escrito 40 largometrajes. El último de ellos es Mea culpa.
Junto con Einstein y la bomba, Mea culpa es uno de los títulos más vistos del pasado mes en Netflix. Mitad drama judicial de toda la vida, mitad ejercicio de estilo reposado sobre la tensión sexual de sus protagonistas, Mea culpa ha cautivado a los espectadores de Netflix. Te contamos por qué.
‘Mea culpa’: Sinopsis
Una abogada acepta defender a un artista acusado de asesinato. Hasta ahí, poco nuevo ofrece Netflix. El punto de inflexión se lo debe a un giro al estilo de Adrian Lyne: la abogada comienza a desarrollar una poderosa atracción hacia su defendido, a pesar de que tiene dudas más que razonables sobre su culpabilidad.
‘Mea culpa’: Reparto
Mea culpa está protagonizada por Kelly Rowland, a la que hemos visto en Freddy contra Jason y En qué piensan los hombres. Sin embargo, si el nombre de Rowland significa algo no es, precisamente, por su efímero currículo como actriz, sino por su apabullante carrera como cantante. Junto con Beyoncé, Rowland fue una de las Destiny’s Child y, en solitario, ha seguido sumando varios éxitos. En 2009, ganó un Billboard Music Awards y en 2013, sacó su último disco.
Trevante Rhodes, al que conocimos en la oscarizada Moonlight, acompaña a Rowland en Mea culpa. Recientemente, ha interpretado a Mike Tyson en una serie biográfica sobre el veloz boxeador, disponible en Disney Plus+ en la que también actúa Harvey Keitel. Completan el reparto de Mea culpa Nick Sagar (Cambio de princesa), Sean Sagar (El pacto) y Kerry O'Malley (El asesino).
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