Con 55 años, Brad Pitt se encaramó a un tejado, se desprendió de una horrible camisa hawaiana y arregló una antena. Érase una vez en Hollywood fue la responsable, por una parte, de la resurrección de los estampados hawaianos y, por otra, del Oscar a Brad Pitt. El actor había ganado la estatuilla como productor de 12 años de esclavitud, pero la Academia aún no había encontrado el momento de recompensarlo por su trabajo como intérprete.
Érase una vez en Hollywood es, hasta el momento, la última película de Quentin Tarantino. Con un título que evoca a su admirado Sergio Leone y una banda sonora en la que se mezclan Los Bravos y los Rolling Stones, Érase una vez en Hollywood es, en opinión de algunos, la mejor película del director de Pulp Fiction. Actualmente, está disponible en Amazon Prime Video aunque sólo hasta el 11 de marzo, y sin fecha de caducidad inminente en Netflix.
‘Érase una vez en Hollywood’: Sinopsis
A Tarantino le obsesiona el cine hasta el punto de reconocer que se sacó el carné de conducir para poder seguir sus películas favoritas por las salas de los Ángeles. En gran medida, esta fascinación por el séptimo arte está en toda su obra, pero Érase una vez en Hollywood es la gran decantación de un amor profundo. Como ya hiciera en Death proof, Tarantino adopta como protagonista a un doble de acción, Cliff Both, lejanamente emparentado con el mítico contrafigura Hal Needham.
Aunque Pitt ganó el Oscar como actor de reparto, lo más probable es que su Cliff esté más cerca del centro del escenario que DiCaprio. Rick Dalton, el actor decadente para el trabaja, ve cómo su carrera comienza a apagarse. Sólo le ofrecen villanos en capítulos de serie y, como Al Pacino le explica en una secuencia magistral, eso es que el final está acercándose.
Cuando el público se canse de ver cómo otros lo machacan, lo olvidarán. Su única salvación son los spaghetti western. Pero Rick no quiere rebajarse hasta ese extremo. En el fondo, aún espera que su vecino, Roman Polanski, le lance un salvavidas con forma de papel de secundario.
‘Érase una vez en Hollywood’: Reparto
Cinco años después de su estreno, los espectadores están volviendo la vista atrás, perplejos. Tarantino, además de un guionista y director superdotado, tiene una vista agudísima para configurar un reparto. Y el de Érase una vez en Hollywood encierra una pequeña ironía: en su retrospectiva de los días dorados del cine antes de la catástrofe de la familia Manson, parece haber estimulado una nueva hornada para Hollywood.
No hablamos de Leonardo DiCaprio, de Margot Robbie ni de Brad Pitt, como tampoco de los más veteranos Pacino, Bruce Dern o Kurt Russell, sino de los jóvenes actores que pueblan este elenco. Antes de ser los emperadores de su tiempo, Austin Butler, Sydney Sweeney, Dakota Fanning, Maya Hawke y Margaret Qualley se reunieron bajo el paraguas de Tarantino. El de Knoxville no sólo revive carreras. También sabe iniciarlas.
Érase una vez en Hollywood fue la última película de Luke Perry, que murió de un derrame cerebral meses antes de que la historia de Rick y Cliff se estrenase. También habría sido la despedida de Burt Reynolds, que iba a interpretar al dueño del rancho Spahn, pero el actor de Deliverance falleció antes de rodar sus escenas y fue sustituido por Bruce Dern.
La intervención de Reynolds habría sido sustancial por dos motivos: el primero, que el doble de acción en el que se basa el personaje de Brad Pitt trabajaba frecuentemente con Burt Reynolds. El segundo: que el propio Tarantino le debe su nombre a este intérprete, ya que su madre, tan cinéfila como el hijo, lo bautizó Quentin en honor a un personaje de Reynolds en La ley del revólver.
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