Donde se juntan los senderos. Raimundo Fernández Villaverde, Santa Engracia, Bravo Murillo y Reina Victoria son las calles que dan su nombre a la glorieta de Cuatro Caminos. Hasta hace poco, un scalextric ocupaba la intersección.
Jorge ParísLugares comunes. El gran mercado del barrio es el de Maravillas, un lugar en el que se dan cita muchos de los vecinos del barrio, y en el que los alimentos que han traído los que vienen de fuera (yuca, ají, papaya) comparten banasta con frutas y verduras más tradicionales.
Jorge ParísNuevos comercios. Al igual que el mercado, la llegada de la inmigración -sobre todo de sudamericanos- ha cambiado la cara de las calles. Ahora abundan los locutorios, desde los que la comunicación hasta el otro lado del Atlántico es algo más barata.
Jorge ParísLos locales de siempre. Junto a los nuevos comercios, persiste una amalgama de locales de toda la vida, que dan al barrio un toque castizo, pero urbanita.
Jorge ParísUna vista peculiar. Exceptuando las grandes avenidas que cruzan el barrio, como Bravo Murillo, la mayoría de calles de Cuatro Caminos dibujan complicadas y estrechas vías entre sus viviendas.
Jorge ParísCruce de caminos, también bajo tierra. Al igual que en la superficie, miles de viajeros pasan cada día por la estación de Cuatro Caminos, donde convergen tres líneas de metro.
Jorge ParísRincones escondidos. Aunque la mayoría de sus edificios no son muy llamativos a primera vista, Cuatro Caminos guarda lugares de gran belleza.
Jorge París