Monjes budistas oran por las víctimas de la primera bomba atómica lanzada por EE UU en 1945 durante la Segunda Guerra Mundial, frente al domo de la Bomba-A en el parque conmemorativo de la Paz, en Hiroshima (Japón), en la víspera del 66° aniversario del ataque.
Kimimasa MayamaLa Cúpula Genbaku es el símbolo de la ciudad de Hiroshima. Se trata de uno de los pocos edificios que aguantó en pie tras la bomba atómica lanzada por los EE UU, que cayó a unos 150 metros de la edificación.
Kimimasa Mayama / EFEPequeños estudiantes observan el domo de la Bomba-A en el parque conmemorativo de la Paz, en Hiroshima (Japón), en la víspera del 66° aniversario del ataque estadounidense.
Kimimasa MayamaSobrevivientes encienden velas en homenaje a las víctimas del ataque nuclear a las afueras de la cúpula de la bomba atómica, en el Parque Memorial de la Paz en Hiroshima, Japón. La ciudad de Hiroshima conmemora el 66 aniversario de su día más negro a la sombra de otra tragedia, la de Fukushima, que ha reforzado las advertencias de aquellos que sobrevivieron al espanto de la bomba atómica y a la amenaza invisible de la radiactividad.
Mikimasa Mayama / EFEManifestantes levantan sus puños y gritan "No más Hiroshimas, no más Fukushimas", durante una protesta contra las armas y plantas nucleares frente al domo A-bomb en el parque memorial de paz en Hiroshima (Japón).
Kimimasa Mayama / EFEDos jóvenes protestan contra el uso de la energía nuclear coincidiendo con el 66 aniversario de la bomba de Hiroshima.
Kim Kyung-Hoon / REUTERSEl primer ministro de Japón, Naoto Kan, se inclina ante el monumento dedicado a las víctimas de la bomba atómica durante una ceremonia en el Parque Memorial de la Paz en Hiroshima, en el aniversario 66 de la primera bomba atómica del mundo sobre la ciudad. Kan prometió el sábado a desafiar el "mito de la seguridad" de la energía nuclear.
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