Barcelona aprueba definitivamente modificar la Ordenanza de Terrazas para flexibilizarla

  • El Gremi de Restauració celebra el acuerdo porque corrige la "rigidez" y aplica el sentido común.
  • La CUP ha sido el único grupo que ha votado en contra.
Una de las 37 terrazas de la calle Blai de Barcelona.
Una de las 37 terrazas de la calle Blai de Barcelona.
FEDERACIÓN DE ASOCIACIONES DE VECINOS DE BARCELONA
Una de las 37 terrazas de la calle Blai de Barcelona.

El pleno del Ayuntamiento de Barcelona ha aprobado este viernes definitivamente modificar la Ordenanza de Terrazas para hacerla más flexible, con el apoyo de todos los grupos municipales excepto la CUP, que ha votado en contra.

La teniente de alcalde de Ecología, Urbanismo y Movilidad, Janet Sanz, ha dicho que la Ordenanza anterior ha generado problemas de aplicación por su rigidez, además de provocar el cierre de varias: "Debíamos hacerla realista, aplicable y flexible, con un equilibrio entre actividad económica y uso vecinal del espacio público".

El presidente del Gremi de Restauració de Barcelona, Pere Chias, ha celebrado la modificación: "Hemos salvado muchísimos puestos de trabajo y terrazas que estaban amenazadas", y ha apostado por que el acuerdo se extienda a otras ciudades de toda España, para aplicar el pacto como modelo.

El director del gremio, Roger Pallarols, ha destacado que la anterior Ordenanza afectaba a tres de cada cuatro terrazas y que muchos locales las han visto eliminadas o reducidas, tras "tres larguísimos años de conflicto", y ha dicho que los restauradores que se han visto afectados pueden pedir una revisión.

Contenciosos administrativos

Preguntado por si mantendrán los contenciosos administrativos contra medidas del Ayuntamiento en diversas áreas -como las calles Blai y Blesa y el Poblenou-, ha señalado que siguen en marcha pero que, tras este acuerdo, apuestan por abrir espacios de diálogo en asuntos judicializados para tratar de alcanzar acuerdos, "llevando la filosofía de la Ordenanza" a estos ámbitos.

Ha destacado que el acuerdo permite corregir la rigidez -excepto para garantizar la movilidad, según él-, lo que permitirá aplicar sentido común y permitir la continuidad de terrazas que hasta ahora estaban en riesgo, ha dicho, y ha pedido que todo el Gobierno municipal "abrace" la nueva norma, ante lo que estarán atentos, sobre todo en Ciutat Vella, distrito del que es concejal Gala Pin.

Apoyo de la oposición menos la CUP

Raimond Blasi (PDeCAT) ha destacado que en el mandato anterior de Xavier Trias unificaron lo que era una disparidad de ordenanzas para tener un criterio general conjunto en la ciudad, pero que debía adaptarse después, pero se produjo "una crisis que empezó hace tres años" en el mandato de Colau, que no tuvo capacidad de resolverlo por iniciativa propia, según él.

Desde Cs, Koldo Blanco, ha asegurado que las condiciones restrictivas de la anterior normativa generaron "conflictividad social", por lo que ha celebrado que la nueva ordenanza tenga mayor flexibilidad, y ha dicho que es injusto que se asocie las terrazas al incivismo, y ha destacado sus beneficios en seguridad y bienestar.

El republicano Jordi Coronas ha asegurado que gran parte del trabajo para lograr el acuerdo pasa por ERC, porque ha dedicado horas al asunto con vecinos y entidades y ha trabajado en mejorar las condiciones laborales de los empleados: "Nos consideramos en gran parte autores de este consenso".

La concejal del PSC Montserrat Ballarín ha afirmado que la norma fue un estropicio porque no se adaptó a la realidad de la ciudad: "Enterramos para siempre la ordenanza de terrazas y los efectos negativos que ha provocado", y ha criticado que BComú no quería aprobar nada que no tuviera el visto bueno de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona (Favb).

El popular Javier Mulleras ha celebrado la aprobación de la ordenanza aunque llegue tarde y tras un culebrón que ha protagonizado el ejecutivo de Colau, según él: "Se ha llegado al final no gracias al Gobierno municipal, sino a pesar del Gobierno municipal", al que ha pedido no romper el consenso con su aplicación.

El concejal no adscrito Gerard Ardanuy (Demòcrates) ha dicho que la modificación de la ordenanza pretende corregir deficiencias y rigideces de la anterior y que lo ha hecho incorporando sólo peticiones del sector, tras lo que Joan Josep Puigcorbé -era edil de ERC y ahora concejal no adscrito- ha dicho que votará a favor "sin reñir a nadie".

La CUP ha sido el único grupo que ha votado en contra, y su concejal Eulàlia Reguant ha advertido de que el debate no es sobre si se está a favor o no de las terrazas: "Es un debate de cómo concebimos la ciudad y el espacio público", y ha lamentado que el acuerdo dé la espalda a una parte de los vecinos, al tener una concepción neoliberal del espacio público, según ella.

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