Asaja cifra en 1.500 millones las pérdidas en la presente cosecha, que no superará los 3 millones de toneladas

  • Castilla y León recogerá en esta cosecha menos de tres millones de toneladas, un tercio de lo que se cosechó en 2016, lo que confirma los "peores pronósticos", según lamenta Asaja, que cifra las pérdidas en 1.500 millones de euros.
Cosechadora en el campo
Cosechadora en el campo
MARM
Cosechadora en el campo

La organización agraria advierte de que esta campaña es muy diferente, primero porque la cosecha se ha adelantado respecto a las fechas habituales y segundo porque con las máquinas ya en campo se "confirman los peores pronósticos" sobre el desplome de producción en la Comunidad Autónoma.

Aunque es pronto para concretar las cifras, todo apunta a que en Castilla y León se recogerá menos de 3 millones de toneladas, un tercio de lo que se recogió el año pasado. Se suma así la de 2017 a la "tristemente" recordada cosecha de 1992. "Ambas son ya las peores cosechas registradas en Castilla y León en el último cuarto de siglo, por debajo de los 3 millones de toneladas", lamenta Asaja.

A continuación de la de 1992 y la de este año 2017, se sumarían como malas cosechas las de 2001, 2009 y 2005. Por el contrario, la mejor cosecha de estos 25 años fue la de 2008, año en el que se recogieron 9,3 millones de kilos de cereal, seguidas por la del año 2000, 2016, 2007 y 1993.

La media de este periodo de 25 años supera en todo caso los 6 millones de toneladas. Curiosamente, ni la mejor ni la peor cosecha de Castilla y León de estos 25 años coinciden con los resultados nacionales: el récord nacional fue en 2013, seguida por la del año 2000 y la de 2016, y la más nefasta para el país en su conjunto fue la de 1995, seguida por 2005 y 1992.

El máximo responsable de Asaja en la Comunidad, Donaciano Dujo, apunta que "a día de hoy el secano podría dividirse en tres partes. De las cerca de dos millones de hectáreas sembradas, unas 650.000 estarían esquilmadas, y ofrecerían resultados de miseria, entre cero y 500 kilos por hectárea; otro tercio estaría entre los 500 y 1.200 kilos, y el tercio restante rondaría los 2.000 kilos".

En resumen, toda la Comunidad Autónoma está afectada, en mayor o menor medida, y los rendimientos serán una tercera parte de la media. Asaja cifra las pérdidas económicas, entre sequía y heladas, en más de 1.500 millones de euros.

SIN SEGURO

Están también avanzadas las peritaciones de Agroseguro. Considerando daños por sequía, heladas y granizo, se habla de unas 500.000 hectáreas, aunque eso no quiere decir que no haya muchas más hectáreas con resultados pésimos y sin ninguna cobertura, que no recibirán indemnización.

Asaja, a través de un comunicado recogido por Europa Press, subraya que una campaña tan catastrófica como la actual tiene que obligar a repensar el sistema actual de seguros y suplir sus carencias. "Hay que lograr que prácticamente se universalice, para lo que hay que ajustar los rendimientos, incorporar cultivos y zonas, como forrajes y pastos, e incrementar la subvención para que sea más asequible", sostiene Dujo.

En este sentido, Asaja, tras reconocer que la agricultura es un trabajo al aire libre y como tal está expuesta a años buenos, malos y regulares, defiende que en años catastróficos las zonas con producciones muy bajas tienen que ser auxiliadas.

Pese a que tanto la Junta como el Ministerio "se han cerrado en banda" a ello, desde Asaja se seguirá reclamando ayudas directas para todos los profesionales cotizantes a la Seguridad Social, que tengan una cosecha catastrófica.

"Esos profesionales merecen que les den al menos un poco de oxígeno para seguir trabajando, unas ayudas que en todo caso nunca van a paliar las pérdidas que han sufrido", señala la OPA.

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