El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha criticado los muros y el "populismo" ante la Asamblea General de Naciones Unidas, en el que ha sido su último discurso en este foro antes de abandonar la Casa Blanca a principios de 2017.
"Una nación rodeada de muros es prisionera de sí misma", ha defendido Obama, que ha tomado la palabra en la sesión inaugural de discursos de líderes internacionales. Con la campaña electoral como telón de fondo, el mandatario norteamericano ha defendido un mundo interconectado y globalizado frente al "nacionalismo agresivo" y el "populismo vulgar".
Obama no ha mencionado en ningún momento al polémico magnate Donald Trump, pero su estela ha sobrevolado un mensaje que ha sonado a despedida. "El mundo es demasiado pequeño para que construyamos muros", ha llegado a decir durante el discurso.
El presidente de Estados Unidos ha cargado contra los modelos políticos basados en un "hombre fuerte" y, en cambio, ha llamado a trabajar en aras de gobiernos democráticos e instituciones fuertes e independientes. Además, ha instado a rechazar "toda forma de fundamentalismo o racismo", así como una "creencia de superioridad étnica" al tratar con otras partes del mundo.
Obama dejará la Casa Blanca tras ocho años. El dirigente ha aprovechado para repasar algunos de los logros alcanzados durante este tiempo, como la normalización de las relaciones diplomáticas con Rusia, la firma del acuerdo nuclear con Irán, los avances democráticos en Birmania o los consensos para combatir el cambio climático.
Retos pendientes
En el lado de los retos pendientes, Obama ha mencionado la disparidad entre ricos y pobres, el auge del terrorismo yihadista, las ambiciones nucleares de Corea del Norte y la guerra de Siria, entre otros. En relación a este último punto, ha vuelto a defender la diplomacia como instrumento de resolución del conflicto.
El presidente también ha aludido expresamente a Rusia, para recriminar que el país quiera recuperar la "gloria perdida" a través de la fuerza. Así, ha advertido de que "si sigue interfiriendo en los asuntos de sus vecinos, puede ser muy popular a nivel nacional y aumentar el fervor nacionalista durante un tiempo, pero a la larga va a perjudicar su estatus y hacer menos seguras sus fronteras".
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios