El simulacro ha sido coordinado por el Consistorio con la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Junta de Castilla y León, en el marco de la Bienal Arte y Patrimonio (AR&PA) que se celebra este fin de semana en la ciudad y han participado Bomberos, personal de Protección civil y voluntarios de Patrimonio, quienes han sido los encargados de identificar y proteger las obras para su traslado.

La técnico de la Dirección General de Patrimonio e integrante de la recién creada Unidad de Gestión de Riesgos y Emergencias en el Patrimonio de Castilla y León, constituido el viernes, Cristina Escudero, ha señalado en declaraciones recogidas por Europa Press que "el procedimiento de sacar las piezas de arte está reglado con un plan de salvaguarda del edificio, todo ello muy estructurado".

Previamente se establece una "prioridad en orden a su importancia en función del valor ya sea por obras de arte de primer orden o elementos de la historia de la ciudad relevantes", ha explicado Escudero, quien ha apuntado que "únicamente entra al edificio el personal de bomberos" que son quienes saben como actuar.

Además, Escudero ha recordado que la Junta de Castilla y León lleva dos años con acciones en la formación de bomberos ya que "son quienes sacan las obras" porque "el edificio puede estar en riesgo" y hay que explicarles en que consisten los planes de salvaguarda de patrimonio.

En un incendio "las personas son lo primero y lo más importante, pero el patrimonio de la ciudad también" ya que es un "elemento de primer orden" y los efectivos de bomberos "tienen que saber como coger las obras para no dañarlas todavía más".

En relación al patrimonio de la Comunidad y de la provincia, Escudero ha señalado que se ha empezado a pautar un plan de salvaguarda y ha recordado que "de nada sirve trabajar en temas de restauración de patrimonio y de conservación preventiva si no prevemos las situaciones de emergencia" y ha puesto como ejemplo los terremotos de Italia, que han "destruido patrimonio de ciudades catalogadas como las más bonitas de Italia" que además vivían de su patrimonio, "un recurso cultural, económico y social".

Por ello, si Valladolid sufriera una catástrofe de este tipo, lo primero en lo que se pensaría sería en el Museo de Escultura y luego en el vasto patrimonio eclesiástico que contiene piezas de Semana Santa ya que "no todo se puede rescatar" y hay que "priorizar lo más importante, no solo en relación al valor económico artístico o histórico, sino también al valor vocacional".