Según ha informado el Consejo Regulador a través de un comunicado remitido a Europa Press, el viernes sólo diez bodegas tenían abierto sus lagares, mientras que actualmente ya son más de 20 las que reciben uvan.

En 2017, la cosecha se redujo bastante por unas condiciones climatológicas protagonizadas por la sequía, mientras que para este año, la pluviometría ha sido la protagonista, si bien los posibles problemas que se hubieran podido generar por un exceso de agua han sido "combatidos a tiempo".

"La uva está entrando muy sana a las bodegas y ya se empiezan a percibir los aromas propios de las primeras fermentaciones", ha apuntado el comunicado. La Denominación de Origen este año tiene inscritas 1.950 hectáreas de viñedo, con la variedad tempranillo como la mayoritaria, seguida de garnacha, verdejo y Albillo. Autorizadas también son desde 2011 Sauvignon Blanc, Cabernet Sauvignon, Syrah y Merlot.