Descuidado, colmado de excrementos, suciedad y aves de corral. Así se presenta el patio trasero de esta casa en Kasserine (Túnez), que guarda un fragmento extraviado de la Guerra Civil española. En la imagen, una de las tumbas junto a un peluche abandonado, reflejo del aspecto con el que se presenta este escenario.
Javier Martín / EFELos soldados llegaron a Túnez a bordo de la flota republicana que huyó desde el puerto de Cartagena el 5 de marzo de 1939, poco después de que cayera el frente de Valencia y con ello las mínimas opciones de resistir que le quedaban al Gobierno de Juan Negrín.
Javier Martín / EFERepartidas entre la grava, bajo la sombra de un ciprés, veinte tumbas alineadas, seis de ellas profanadas, componen el único cementerio de exiliados republicanos españoles que existe en Túnez, un lugar abandonado y recuperado para la memoria histórica.
Javier Martín / EFEFranco envió a Túnez al comandante Salvador Moreno, ya en contacto con algunos oficiales de la flota y con la embajada de España en el país africano con la misión de recuperar los barcos con los que partieron los soldados. Finalmente, unos 2.200 marineros y soldados, más de la mitad de los que desembarcaron en Túnez, regresaron con el comandante Moreno.
Javier Martín / EFESolo una docena de las tumbas conservan nombres y fechas reconocibles. Corresponden a Francois Ficher, Fernando Fuilla, Antonio Sánchez Serna, Fernando Sánchez Idez, Eligio Casal, Antonio Rodríguez Fernández, Ambrosio Martínez, Francisco Puig Suárez, José Bravo Collazo y Marcelino Llano Cotrofe.
EFEUno de los barcos de la flota, el 'Sánchez Barcaiztegui', alcanzado por un bombardeo en el puerto de Cartagena.
Javier Martín / EFEEl buque 'Libertad', una de las doce embarcaciones que componían esta flota, entra en el puerto de Bizerta el 7 de marzo de 1939
Javier Martín / EFESalah Saadly, un conductor de tanques jubilado que vigila la propiedad, la cual reclama como suya, insiste en que no quiere dinero por cuidar las tumbas. Pretende colocar una puerta para evitar que entren curiosos y maleantes, además de una ayuda para limpiar el suelo, plantar césped y algunas flores que devuelvan la dignidad a los soldados enterrados.
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