Como el planeta sólo puede soportar 1,90 hectáreas por persona, cada ciudadano genera al año un déficit ecológico de 2,35 hectáreas. Así lo confirman los indicadores medioambientales de Zaragoza, que recogen un alto grado de satisfacción de los ciudadanos por vivir en la capital aragonesa (96%). El ruido es soportable en el 72% de la ciudad y los únicos problemas se registran en el Rabal, según la concejala de Medio Ambiente. La calidad del aire preocupa (puede ser un problema por el tráfico y las obras) y el consumo energético se dispara (1.429.00 toneladas/año) por el aire acondicionado.