Por las fiestas del Orgullo Gay de Madrid de este año se prevé que pasen un millón y medio de personas. Según la Asociación Hotelera de Madrid, en la almendra central de la ciudad la ocupación es del 100%. El perfil del cliente es internacional y con un poder adquisitivo medio-alto. La mayor parte se dedica a compras, a fiestas y a ocio gastronómico, y hay quien reserva una parte para turismo cultural. El año pasado el Orgullo dejó en la capital 115 millones de euros y este año se espera que supere los 130. Una fiesta cada vez más transversal que servirá de ensayo general para el gran evento mundial del año que viene, en el que se prevé el doble de visitantes.