En 1993 se ejecutaron varios arreglos en el pavimento, «aunque aquello fue simplemente parchear», puntualiza el presidente de la Asociación Provincial de Polígonos Industriales, Julio Alberto Gutiérrez.

 

 

Más de 400 baches: La vía de acceso, que bordea el polígono por el suroeste, tiene más de 400 baches en sus 4,2 kilómetros, según los empresarios de la zona. Con un socavón cada diez metros, circular por esta calle se convierte en una peligrosa aventura para los amortiguadores de cualquier vehículo.

 

Desgastada «por todos los que pasan»: No está así sólo por los camiones y vehículos del polígono, aunque éstos suponen la mayor parte del tráfico, dice este representante empresarial.

 

Sin fecha para arreglar el firme: «Una parte de la carretera pertenece al Ayuntamiento y otra a la Diputación y ninguna ha anunciado una fecha para mejorar el firme», cuenta Gutiérrez. A 20 minutos le ha resultado imposible confirmar con ambas administraciones este extremo.

 

 

Al ya conocido problema de la presencia de prostitutas –«se habla de solucionarlo desde hace más de 15 años», afirma Gutiérrez– se le suman otros como la «lenta» recogida de papeles y cartón que crea «focos de basura». Ninguna línea de autobuses urbanos entra en este polígono industrial, el más extenso de la capital. Y persisten los molestos olores de la depuradora del Guadalhorce.