Clara tiene 25 años y desde hace cuatro padece una discapacidad física a causa de un accidente de tráfico. Para tratar su lesión, acudía a rehabilitación tres días a la semana y a pesar de su esfuerzo no notaba mejoría.

Se pasaba horas delante de la televisión, estaba de mal humor y había perdido el interés por la lectura, su gran pasión desde niña. Hace apenas un año, la vida de Clara dio un giro inesperado.

Entonces conoció a Pedro, alto, moreno y un gran aficionado a las carreras. Pedro es un caballo andaluz adiestrado que forma parte de un grupo de hipoterapia, una alternativa terapéutica que se basa en el movimiento multidimensional de este animal para el tratamiento de distintas afecciones físicas y mentales. Con estas sesiones, Clara empezó a sentirse mejor y recuperó la energía y la vitalidad.

Su caso es sólo uno de los muchos que se están dando en España. Autismo, síndrome de Down, incapacidad intelectual, discapacidad sensorial, anorexia o afecciones crónicas son algunas de las enfermedades que se han tratado con éxito con estas innovadoras sesiones.

La hipoterapia es una actividad no muy extendida en nuestro país ya que no hay muchos profesionales que se dediquen a ella ni suficientes lugares homologados para su práctica. Sin embargo, los especialistas la recomiendan habitualmente en pacientes con lesiones físicas o psíquicas.

Uno de los lugares donde se implantará esta original terapia es el municipio onubense de Cartaya. La localidad costera contará próximamente con un moderno complejo hípico especializado en formación equina. La hipoterapia será una de sus principales novedades.

El centro se ubicará en el paraje conocido como "Monteluna", muy cerca del caso urbano y en un lugar estratégico junto a la carretera nacional 431 a su paso por Cartaya.

El complejo contará con pistas de formación y entrenamiento, aulas y un equipo de profesores de distintos niveles y varias especialidades. El objetivo es desarrollar una actividad mixta ganadera, deportiva y de ocio.

Los vecinos de Cartaya que quieran acudir a sesiones de hipoterapia podrán hacerlo gratuitamente.

Desde el centro se está trabajando ya para fomentar la colaboración con "Aspandicar" (Asociación de Padres y Madres de Niños Disminuidos de Cartaya") y con otras asociaciones de este tipo en la zona.

Alternativa terapéutica

Algunos de los resultados que se han detectado tras varias sesiones de hipoterapia han mostrado cómo niños autistas, incapaces de mostrar afecto hacia sus seres queridos, llegan a abrazar a su caballo.

También se han dado casos de jóvenes en silla de ruedas que han logrado caminar o niños hiperactivos que han alcanzado estados de relajación tras la terapia.

El método a seguir es muy simple: establecer una relación directa entre el movimiento del caballo y la respuesta del paciente. La hipoterapia se basa en saber aprovechar ese movimiento para estimular los músculos y las articulaciones.

El paciente se ve obligado a reaccionar frente a una serie de estímulos producidos por el trote del caballo y debe adaptarse y responder a las múltiples y diferentes sensaciones.

Sin embargo, la hipoterapia está considerada como un tratamiento alternativo y complementario a los que se utilizan habitualmente para conseguir resultados óptimos.

Con sus largos paseos a lomos de Pedro, Clara aprendió a romper el aislamiento en el que vivía desde su accidente. Montando a caballo, superó sus temores y recuperó la confianza en sí misma.

Como todos los equinos, Pedro es muy perceptivo y se da cuenta de inmediato de que estas personas que lo montan son diferentes a las demás y por ello se comporta de forma distinta a cómo lo haría con cualquier otro jinete. Clara es una de ellas.

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