En 1964 nace en España el movimiento de los curas obreros, surgido en Francia después de la II Guerra Mundial. Cristianos que renuncian a su paga y trabajan en profesiones de todo tipo para hacerse semejantes a los  vecinos de las barriadas populares en las que se encuentran. Participan en los movimientos obreros, en sus organizaciones sindicales, algunos deciden casarse, formar una familia...

Desde ayer tienen un nuevo recuerdo, el libro Curas obreros, 45 años de testimonios (1963-2008), de José Centeno y editado por la Fundación Ateneo Cultural Jesús Pereda, de CC OO. La obra recoge 28 testimonios de estos curas españoles. Autorrelatos de todas las zonas geográficas, de ambientes obreros y campesinos.

En Santo Toribio

Valladolid se sumó al movimiento en 1969, cuando un grupo de dominicos se instaló en las Delicias. Estaban ligados a la parroquia de Santo Toribio, en la calle Hornija, cuyo cura titular, Millán Santos, les dio cobijo y les apoyó, relata José Centeno. Los dominicos -siempre hubo un grupo de cuatro o cinco hasta 1983- se hicieron obreros y participaron en los movimientos sociales de la época. De hecho estuvieron  en los inicios de CC OO de Valladolid.

Tanto Millán Santos como Ventura Alonso, de la Pilarica, no trabajaron por cuenta ajena, pero fueron dos figuras claves que posibilitaron las reuniones clandestinas de los sindicatos y asambleas de los trabajadores que desembocaron en huelgas en la construcción o en Fasa. «La parroquia era un centro del movimiento social y al servicio del trabajo», señala Centeno.

En Valladolid sólo queda el recuerdo. En España hay en la actualidad unos 150 curas obreros. Desde 1963 ha habido unos 1.000. Una vida entregada a la justicia.

José Centeno. Autor del libro. "La iglesia no reconoce a los curas obreros»

«La Conferencia Episcopal aún no reconoce la realidad de los curas obreros. En Barcelona sí están reconocidos, y en Francia son impulsados por los obispos. Yo soy cura y a los que nos hemos casado la Iglesia no nos permite ejercer. Empecé a trabajar en 1975 en un banco. El evangelio de Jesús es en la calle. Nuestra parroquia es la calle». (Centeno preside la Asociación Avaate de afectados por las antenas de telefonía).

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