Medio centenar de vecinos de Anglès se han quejado al consistorio del hedor que ocasiona el torrente de la Verneda, un riachuelo que desemboca en el Ter.

Los afectados aseguran que “en este tramo la cloaca supura y sale parte de la suciedad a la superficie del torrente”. Además, según los vecinos, “la gente echa todo tipo de basura como papeles y bolsas”. Y esto no es todo, ya que hay algunos que incluso han visto ratas en el arroyo.

En verano o cuando hace días que no llueve pasar por aquí se convierte en una pesadilla. Los vecinos se tienen que tapar la nariz tal y como asegura Trinidad que frecuentemente va a comprar al supermercado que hay al lado.

Los más perjudicados son los vecinos que tienen negocio en esta zona. Francisco es el propietario de un restaurante y no puede abrir nunca las ventanas. El mismo problema que sufre Eloi que es fisioterapeuta y su gimnasio para hacer la recuperación tiene que estar siempre cerrado. Para solucionar esta situación, el presidente de la Comunidad Grup La Pau de Anglès, Albert Mitjà, ha recogido cerca de

Según Mitjà, profesionales de la Agencia Catalana del Agua ya han intervenido en dos ocasiones. La primera en perforar una tubería que había quedado obstruida y hacía que se acumulase porquería. En otra ocasión, vinieron a fotografiar el interior del riachuelo. Un subsuelo lleno de vegetación y dónde incluso crecen árboles.

El grupo municipal PAU, considera que haría falta hacer una primera actuación de choque y, más adelante, “diseñar unos sistemas de colectores y encarar el cubrimiento del riachuelo”.

Según la agrupación, “los trabajos se podrían incluir dentro del Plan Único de Obras y Servicios 2007-2011 y significarían una clara mejora en la calidad de vida de los vecinos. Los afectados tienen previsto colgar una pancarta quejándose públicamente del hedor.

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