Acumulan toneladas de basura y de cosas inservibles, entre las que residen sin más compañía que su soledad. Son, en su mayoría, ancianos, acechados por el denominado Síndrome de Diógenes, un desorden del comportamiento que lleva a los afectados a aislarse en su propio hogar y a acumular todo lo que consideran que les puede ser de utilidad en el futuro.

Por muy extraño que parezca esta enfermedad es, en cierto modo, habitual y también se da en Bilbao. El Ayuntamiento de la ciudad ha tenido que intervenir desde 2004 en 14 viviendas por este motivo, tras denuncias vecinales y el pertinente requerimiento judicial. Es la Policía Municipal la que entra en primera instancia, aunque, después, una empresa especializada se encarga de limpiar el piso.

Y con lo que se encuentran se pueden llenar «varios contenedores de obra», dicen los operarios. Miles de periódicos, cajas vacías y toneladas de suciedad en general derivada de años de dejadez y abandono.

No son casos aislados, aunque año a año van disminuyendo. En 2004, la Policía  intervino seis viviendas, cinco en 2005 y cuatro el año pasado. Y, por zonas, no se libra del síndrome ningún barrio.

En ocasiones, la intervención no sólo requiere una limpieza intensiva. El Ayuntamiento, que se gastó en ello 12.000 euros el año pasado, se encarga de la atención social de los afectados que, por lo general, deben recibir asistencia psicológica.