Te pones enfermo y tienes que ir al hospital; ingresas y, ¡sorpresa!, en vez de un compañero tienes dos. En un primer momento no importa, pero después descubres que la distancia entre uno y otro no llega ni a medio metro, las enfermeras tienen que escalar para poder cambiar el gotero y, además, no tienes ningún tipo de intimidad.

El Satse, sindicato de enfermería, ha explicado que se trata de una práctica habitual en el hospital Clínico. «Hay nueve habitaciones que tienen instalada una tercera cama, y en la planta de neurocirugía, que tiene 21 habitaciones, ver tres camas es bastante normal», sostienen.

Desde el centro han explicado que «para nada se trata de una política habitual» y que si en algún momento se instalan, intentan que sea el menor tiempo posible.

Mientras, en el Hospital Militar, dependiente del Ministerio de Defensa, ocurre todo lo contrario. Dispone de 450 camas y sólo siete están ocupadas. Desde el sindicato de enfermería Satse han explicado a

20 minutos que la semana pasada «sólo había tres pacientes hospitalizados y que sólo se atienden urgencias menores en el centro médico».

Cambiar las sábanas es una rutina habitual en todos los hospitales; sin embargo, alguna vez, como han explicado desde el sindicato de enfermería, puede haber problemas. Éste es el caso de La Fe: «En alguna ocasión no han llegado a tiempo», explican desde el sindicato. La Conselleria dijo ayer que desconocía incidentes de este tipo.

«Las enfermeras no cabían»

«Operaron a mi hijo, de 35 años, de un tumor en la cabeza en el Clínico en noviembre. Tuvo que compartir habitación con otras dos personas, y las enfermeras tenían que maniobrar de mil maneras para cambiarle los goteros. Le pusieron una sonda, y no se la quitaron hasta 41 días después. Llevarla tanto tiempo le produjo heridas en la vejiga, y ahora tiene que usar pañales». Rafael presentó una queja en el hospital y éste replicó que la actuación había sido correcta. Estudia denunciar.

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