Fue la víctima la que denunció que al regresar a su casa se percató de que varias recetas de un talonario que guardaba habían desaparecido, así como varios comprimidos de un conocido fármaco ansiolítico, según informó la Jefatura Superior de Policía de Canarias.
Poco después, la doctora recibió una llamada del responsable de una farmacia cercana explicando que una mujer compró varios medicamentos con recetas que habían sido incorrectamente rellenadas y en las que figuraban sus datos de colegiada así como su sello.
Por su parte, la investigación policial permitió identificar a una empleada del hogar, que trabajó en casa de la médica y que además figuraba como paciente y beneficiaria en las recetas entregadas en la farmacia.
Por ello, la mujer fue localizada y detenida por los funcionarios policiales como presunta autora de un delito de falsedad documental.
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