Los vecinos de la localidad albaceteña de Valdeganga se llevaron una sorpresa mayúscula esta semana cuando vieron que una constructora cogía los restos de sus antepasados y los tiraba a un vertedero.

La empresa encargada de las obras compró los terrenos del antiguo cementerio al obispado de Albacete por 300.000 euros y va a construir en ellos un bloque de viviendas, según una información de la Cadena Ser recogida por Menéame .

El Ayuntamiento quiso convertir los terrenos en zona verde en 1979, pero no pudo hacer frente al pago de los dos millones y medio de pesetas que le pidió el obispado.