Los jóvenes cordobeses no esperan demasiado tiempo para su primera vez. Una encuesta realizada entre estudiantes de la ESO por la Escuela Universitaria de Trabajo Social de Jerez de la Frontera (Cádiz) revela que la edad media en la que los adolescentes tiene su primera relación sexual con penetración es a los 14,6 años. En lo que respecta a sexos, apenas hay diferencias, ya que los chicos realizan su primer coito a los 14,2 años y las chicas a los 14,8.

Resulta bastante revelador el dato de que un 2,2% de los alumnos de 1º de ESO (12,5 años de media) han mantenido relaciones sexuales. El director del estudio, José Rodríguez, indica que detrás de esta edad tan temprana en la que se deja de ser virgen se esconde una cierta presión social de los amigos, al considerar la primera vez como «un rito de iniciación a la edad adulta».

El informe también indica que casi un 14% no usó métodos anticonceptivos en su primera relación sexual, un porcentaje similar al de las chicas que reconocen haber tomado la píldora postcoital para evitar quedarse embarazadas.

Además, uno de cada cuatro afirma no haber recibido ningún tipo de educación sexual. Por todo ello, los autores del estudio piden la creación de un asignatura en Secundaria que verse sobre estos asuntos.

En el informe también se hace referencia a las conductas de los adolescentes vinculadas con el alcohol y las drogas. En este sentido, un 42,5% asegura que bebe, mientras que un tercio de este grupo afirma haberse emborrachado alguna vez.

En cuanto a las sustancias estupefacientes, un 5,6% reconoce que las toma, sobre todo cannabis. Es llamativo que un 16,7% de los consumidores de drogas dice que las compra en su instituto y un 40,3% señala que no es difícil conseguirlas.

Violencia en las aulas

Las conductas agresivas también están presentes en los espacios educativos. La encuesta indica que un 19% de los jóvenes opina que el nivel de violencia existente en su instituto es alto o muy alto. Además, uno de cada cinco se confiesa víctima de alguna agresión por un compañero y dos tercios afirman haber sido testigo de un episodio violento.

En el estudio también se pregunta a los chicos por su estado de ánimo. El 66,5% dice que se siente bien o muy bien, pero hay un 4,6% que tiene pocas ganas de vivir.

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