SUSANA DE RIVA ANEL/ RESPONSABLE DE MARKETING DE LA TASADORA TINSA
OPINIÓN

El sector inmobiliario alivia el luto

SUSANA DE RIVA ANEL. RESPONSABLE DE MARKETING DE LA TASADOREA TINSA
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Existe un mito que asegura que siglos atrás una ardilla podría haber cruzado España de árbol en árbol sin necesidad de tocar el suelo. En 2006, las ardillas del siglo XXI prácticamente podían hacer lo mismo, solo que saltando de grúa en grúa. Ese año se iniciaron en España 665.000 viviendas. En 2007 llegó el crack y, como fichas de dominó, las grúas empezaron a desaparecer.

La travesía ha sido dura, pero el sector inmobiliario ya no viste de luto riguroso. Uno de los datos más significativos de que algo está cambiando es el de visados de obra nueva, que cuantifica la concesión de licencias para la construcción de nuevas viviendas. Este indicador creció en 2015 a un ritmo del 42%. En 2016, los visados entre enero y julio están superando en un 37% los del mismo periodo del año anterior. Los porcentajes son llamativos, pero hay que analizarlos en el escenario de mínimos con el que se compara.

En 2015, se aprobaron 49.700 visados de obra nueva, frente a los 865.500 de 2006. El nivel de actividad promotora está a años luz del de hace una década y por debajo de lo que se considera una demanda sostenible a medio plazo, que algunos estudios cifran entre 150.000 y 200.000 viviendas anuales.

Por otro lado, la construcción no se está recuperando de forma homogénea. Tinsa publicó el año pasado el informe Radiografía del stock 2015, en el que se señalaban zonas donde la sobreoferta de obra nueva era escasa y era conveniente empezar a construir, dado que una vivienda tarda entre 18 y 24 meses en levantarse.

Y ahí se está concentrando la actividad: Madrid y Barcelona y sus alrededores, enclaves de la costa de Málaga, Alicante y Cádiz, Baleares... Pero en el grueso de las geografías españolas apenas hay actividad: queda mucho stock por absorber y/o la demanda sigue débil.

Lo que está tirando del mercado en las grandes ciudades es la demanda de reposición: gente que ha esperado años para cambiarse a un piso más grande o en mejores zonas. El comprador es más exigente y el promotor está obligado a pensar bien qué construye y dónde. Y lo cierto es que el producto con una ubicación y unas características adecuadas se está vendiendo a buen ritmo sobre plano.

Si finalmente la mejora económica y la creación de empleo se consolidan, la actividad se extenderá por más geografías. Quizá en algunos sitios no tiene sentido que vuelva. Mientras el promotor tenga los pies en el suelo, será difícil que las ardillas vuelvan a tener los suyos saltando de grúa en grúa.

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