Mariano Rajoy ha decidido hacerle la ‘cobra’ a Fernández Díaz y a García Margallo. Uno se daba por descontado y reprobado. El otro es casi sorpresa.

Para sorpresa, Alfonso Dastis: "¿Dastis? ¿Pero quién es Dastis? Lo quiero todo sobre él", se escuchaba en las redacciones sobre el nuevo jefe de la diplomacia española. Casi al mismo tiempo otro grito: "¡Defensa! ¡Cospedal a Defensa!". Pues sí: a partir de ahora quien pondrá firme al Ejército –para eso mantiene también lo de general secretaria– será María Dolores.

De Guindos se queda con las ganas de empatar a vicepresidencias con Soraya, pero repite al frente de la economía y gana las competencias que tenía Soria. También repiten con más o menos matices Montoro, Báñez, García Tejerina, Catalá y Méndez de Vigo; a la cara de Méndez de Vigo vayan acostumbrándose  –más– porque lo veremos todos los viernes como portavoz del Gobierno. Sáenz de Santamaría mantiene el CNI y gana el regalo envenenado de tener que lidiar con las administraciones territoriales.

Y nuevos, muy nuevos, por estrenar están Zoido, Nadal, De la Serna y Montserrat. Ocho hombres –dos Íñigos, por cierto– y cinco mujeres. Lo último: vaya ojo que han tenido todos los que han puesto a alguno de los cuatro vicesecretarios del PP en Moncloa: ¡ni uno, oiga! El móvil ni sonó.