El obispo emérito de Sigüenza-Guadalajara invita a los feligreses a acoger a su sucesor el próximo 2 de abril

El obispo emérito de Sigüenza-Guadalajara, monseñor José Sánchez González, que está al frente de la diócesis como administrador apostólico hasta la toma de posesión de su sucesor, monseñor Atilano Rodríguez Martínez, ha invitado a los feligreses a acoger al nuevo obispo, en su toma de posesión el próximo 2 de abril, así como a "colaborar con él en el servicio al pueblo de Dios".
José Sáncez
José Sáncez
EP/DIOCESIS DE SIGÜENZA
José Sáncez

El obispo emérito de Sigüenza-Guadalajara, monseñor José Sánchez González, que está al frente de la diócesis como administrador apostólico hasta la toma de posesión de su sucesor, monseñor Atilano Rodríguez Martínez, ha invitado a los feligreses a acoger al nuevo obispo, en su toma de posesión el próximo 2 de abril, así como a "colaborar con él en el servicio al pueblo de Dios".

En una carta pastoral, a poco tiempo de terminar su "servicio" como obispo, Sánchez ha recordado que el pasado 19 de marzo se cumplieron 31 años de su ordenación como obispo —casi 12 años como obispo auxiliar de Oviedo, y 11 como Obispo de Sigüenza-Guadalajara—.

A ello ha sumado los 22 años anteriores como sacerdote, ministerio que recibió el 5 de abril de 1958 en Salamanca. "53 años de servicio a Dios y a su Iglesia son motivo para dar gracias a Dios, que quiso admitirme entre sus sacerdotes y después me llamó y me envió como obispo", ha apuntado.

Es por ello por lo que ha agradecido "todo corazón" el afecto, la ayuda y la colaboración de tantas personas, especialmente, en su última etapa de servicio como obispo de Sigüenza-Guadalajara. "Al Santo Padre, Juan Pablo II, que me nombró obispo y con el cual y bajo el cual, hasta su muerte, ejercí este ministerio. Al Papa actual, Su Santidad Benedicto XVI, al que me he sentido unido en obediencia, fidelidad y comunión. A los demás obispos, de los que tanto he aprendido", ha añadido.

"Especialmente agradecido estoy a los sacerdotes, con los que he trabajado en la unidad del único presbiterio y de cuyo afecto, entrega, fidelidad y generosidad soy testigo", ha manifestado Sánchez.

Igualmente, ha querido dejar constancia también de su gratitud a las personas de la Vida Consagrada en la Diócesis, "que han acompañado en todo momento mi servicio episcopal con su oración, con su generosa colaboración y con su ejemplo de entrega a Dios y a los hermanos, especialmente a los más pobres, pequeños y necesitado".

También ha dado las gracias a los seglares —niños, jóvenes, adultos y ancianos—, "especialmente a los más comprometidos en las tareas de la evangelización en los diversos sectores de la pastoral, tanto dentro de las comunidades cristianas como por su presencia y acción en las estructuras temporales de la sociedad".

"Gracias también a las autoridades y a las personas que ejercen cargos y servicios a la comunidad, con los que he mantenido unas relaciones correctas y hasta cordiales, dentro de la independencia, la libertad y la colaboración en orden al bien común y al servicio de nuestros conciudadanos", ha argumentado.

Por último, ha pedido perdón a cuantos haya podido ofender, hacer daño o haber dejado de servir. "Por mi parte, no me cuesta perdonar, si alguien me ha ofendido. Si alguna vez hubiera sucedido, no es comparable con todo lo bueno que de Dios y de todos he recibido", ha concluido.

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