Cumplir el sueño de hacer televisión

La ceguera no impide a la periodista sevillana Nuria del Saz conducir a diario uno de los informativos de Canal Sur Televisión.
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BIO Nuria del Saz presenta Telenoticias 1 en Canal 2 Andalucía. Es periodista y escritora. Nació en Sevilla hace 31 años.

Cuando Nuria tenía 11 años, los médicos le diagnosticaron una degeneración de la retina y, en sólo dos años, se quedó totalmente ciega. Cursó la carrera de Periodismo en la Facultad de Ciencias de la Comunicación de Sevilla.

¿Qué le supuso perder la vista por completo y en un espacio tan corto de tiempo?

No lo llevé mal, aunque tuve que cambiar de colegio para estudiar en un centro de la ONCE. Allí aprendí a funcionar como ciega en todos los aspectos, a ser autónoma e independiente. Sin embargo, siempre eché de menos a mis amigos de siempre.

¿Cuándo empezó a sentir que lo suyo eran los medios?

Desde siempre. A los 14 años mi familia me ayudó a montar mi primera radio en casa, pero como emitía de forma pirata la tuve que cerrar. Después trabajé en emisoras locales, y luego, en Onda Cero.

Y en su último año de carrera dio el salto a la tele...

Yo había acudido como invitada a un programa para contar mi experiencia como ciega. Entonces, un directivo de Canal Sur me animó a que me presentara a un casting. Creí que no iba a pasar de ahí, pero después del verano me llamaron para trabajar en el Canal 2 de Canal Sur.

¿Cómo se ayuda para realizar su trabajo?

Al principio usaba el braille, pero ahora prefiero el sistema auditivo, tanto en la redacción como en el plató.

Ha publicado un libro de poesía, Alma atrapada...

Para mí la poesía es el mejor modo de transmitir sentimientos y sensaciones. En este libro en concreto se narran en forma de poesía fragmentos de la vida, que podría ser la mía o la de cualquiera.

¿Qué opina de las personas ciegas que no han tenido su misma suerte?

Es injusto. España es uno de los mejores países del mundo en cuanto a cosas que se hacen por los discapacitados, pero desgraciadamente hay aún muchas barreras mentales en los empresarios, que dan por hecho que no somos capaces. Sin duda, queda mucho por hacer.

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