El Campeonato de España de Ciclismo, anual desde 1902, pero creado en 1897, puede presumir de más edad dentro del calendario español. Pero como prueba por etapas, ninguna tan antigua como la Volta a Catalunya. En enero, el día de Reyes, festejó su centenario. Solo el Tour de Francia (1903) y el Giro de Italia (1909) son más viejos.

La Volta, nacida en 1911 por el impulso de Miquel Artemán, Narciso Masferrer y Jaume Grau –la Vuelta a España vio la luz en 1935–, resulta un tesoro deportivo cuya edad de oro llegó en los sesenta y setenta (ganada por Anquetil, Merckx, Ocaña, Gimondi, Thevenet...) y cuyo camino no ha sido fácil. Las guerras, en sus primeros tiempos, obligaron a suspender varias ediciones, aunque desde 1939, cuando Mariano Cañardo ganó su séptima y última Volta, no tiene pausa. Su coincidencia de fechas con el Giro y la coyuntura económica han sido sus últimos grandes enemigos. En 2010 se mudó a marzo. Todo por el futuro.

La Volta arranca el lunes en Lloret de Mar y concluirá siete días después en Barcelona. No hay crono y sí un final en alto en Andorra. Alberto Contador regresa en una cita a la que acuden Ivan Basso, Cadel Evans, Denis Menchov, Igor Antón o Carlos Sastre. Purito Rodríguez, ganador en 2010, es baja por lesión.