Dimite el número 3 del PP en Santiago tras ser hallado dormido y ebrio en un semáforo

  • El edil triplicaba la tasa de alcohol en el momento de la detención.
  • Se presentará mañana a un juicio rápido por un delito contra la seguridad vial.
  • Llegó a "colarse" en un macrobotellón para denunciar el escaso control policial.
Angel Espadas, concejal del PP en Santiago de Compostela.
Angel Espadas, concejal del PP en Santiago de Compostela.
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Angel Espadas, concejal del PP en Santiago de Compostela.

El concejal del PP en Santiago de Compostela Ángel Espadas ha presentado este lunes su dimisión y su renuncia a participar en la candidatura de las próximas elecciones municipales en la que figuraba como número tres, tras ser sorprendido ebrio al volante de su vehículo.

Así lo ha anunciado el portavoz del grupo municipal y candidato a la alcaldía, Xerardo Conde Roa, quien ha señalado en rueda de prensa que la dimisión ha sido una decisión personal de Espadas, que le "honra especialmente".

El concejal fue sorprendido por efectivos de la Guardia Civil en un barrio de Santiago dormido al volante de su vehículo, que mantenía encendido ante un semáforo y, en el control de alcoholemia, arrojó una tasa de 0,79 miligramos de alcohol por litro de aire exhalado. En la segunda prueba, media hora más tarde, bajó a 0,74 miligramos.

Espadas fue trasladado a los calabozos de la comisaría de Policía y pasó allí la noche, después de que la Guardia Civil avisara a los agentes municipales, responsables del control del tráfico en el casco urbano.

Según el atestado al que ha tenido acceso la Cadena Ser, "Presentaba fuerte olor a alcohol y al bajarse del vehículo se le observaba una deambulación vacilante".

Con la modificación del Código Penal, conducir con una tasa superior a 0,60 miligramos, implica un delito contra la seguridad del tráfico por la que el edil deberá enfrentarse el martes a un juicio rápido.

Un detractor del botellón

Ángel Espadas, más conocido mediáticamente a raíz de su frontal oposición al botellón, llegó a infiltrarse junto a Paula Prado, diputada y número dos de la candidatura a la alcaldía, en uno de ellos en octubre de 2008.

En aquella ocasión buscaban denunciar los excesos de la primera gran fiesta universitaria del año de los que fueron testigos de excepción y que relataron en primera persona.

El Correo Gallego publicó por entonces un extenso reportaje en el que se explicaba su experiencia, sin bebidas según detallaba el diario, bajo el título "El 95% de los jóvenes que estaba en la Alameda consumía alcohol u otro tipo de sustancias".

El concejal llegó a cargar contra la actuación de los agentes de la Policía Local "porque solo se limitaban a controlar que los jóvenes no sobrepasasen las vallas con las que impedían el paso a la zona central de la Alameda". "El tiempo en que estuvimos allí, hasta las dos de la madrugada, no vimos a ningún policía multar a la gente por orinar en la calle". "Cuando aún estaba empezando la fiesta había un montón de gente vomitando y al borde de coma etílico con bebidas de alta graduación".

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