La Lliga Regionalista de les Illes Balears ha dado este lunes "un paso más" hacia las elecciones del próximo 22 de mayo mediante la adhesión de representantes de las localidades mallorquinas de Sóller y Sant Joan, por lo que ya son cinco los municipios sumados a este proyecto.

Así lo ha indicado el fundador de la Lliga, Jaume Font, tras firmar el convenio de colaboración con Catalina Verd -en representación de Sant Joan- y Francisco Rodríguez - por parte de Sóller-, donde, además, ha indicado que el partido continúa los contactos para llegar hasta los doce o catorce municipios.

Después de que hace poco más de una semana se incorporasen al nuevo proyecto +Acció per Campos, Aliança per Muro y Nil de Ses Salines, Font, pese a que ha admitido que la ilusión de la Lliga es tener la estructura suficiente para elaborar listas insulares y autonómicas, ha remarcado que el "espíritu" de la formación "no es el de ir con prisas".

En este sentido, ha indicado que el partido es un proyecto a medio y largo plazo que no tiene previsto pararse tras las elecciones autonómicas, y que "ya mira de cara a los comicios generales". Además, ha subrayado que su proyecto político no va "contra nadie", sino que es "a favor de todos".

Font se ha mostrado muy agradecido por el esfuerzo de las personas que ya creen en la Lliga Regionalista, así como en el hecho de que exista un espacio propio en Baleares que sea "de centro, moderado y regionalista". Además, ha reiterado que su partido surge de "la ilusión, la esperanza y las necesidades" que actualmente tiene la comunidad.

El convenio de colaboración firmado este lunes contempla que el objetivo esencial de la acción política será defender la lengua y cultura propias. Además, los firmantes renuncian a "fomentar debates identitarios" que busquen la ubicación de Baleares en un escenario institucional al margen de lo que determina el título VIII de la Constitución.

Finalmente, el convenio establece la necesidad de articular un discurso político que, a partir de una visión regionalista de la sociedad, propugne una relectura del modelo de autogobierno "desde criterios de modernidad y con vocación de futuro, con el objetivo último de dotar a la comunidad de los instrumentos necesarios para conseguir las cotas de libertad, bienestar y progreso que merecen los ciudadanos".