El chef Santi Santamaría, uno de los cocineros españoles más reputados, ha fallecido, según ha confirmado un portavoz de su restaurante, Can Fabes, a 20minutos.es.

Cuando ocurrió, Santamaría, de 53 años, se encontraba de viaje en Singapur visitando un restaurante de su propiedad que dirige su hija.

Según Efe, el catalán murió hacia a las 20.30 hora local (12.30 GMT), al parecer de un ataque al corazón, y fue uno de sus trabajadores quien comunicó el deceso a las autoridades locales y a la Embajada de España.

Varias personas trataron sin éxito de reanimar al cocinero, que yacía inconsciente en el suelo del restaurante. La asistencia médica tardó unos veinte minutos en llegar, según Cristino Álvarez, un crítico gastronómico de Efe.

Santamaria todavía respiraba cuando fue trasladado en una ambulancia al Hospital General de Singapur, donde poco despúes falleció.

Fuentes diplomáticas han indicado que el cádaver del conocido chef permanecerá en el centro hospitalario hasta ser repatriado a España.

En un comunicado difundido la tarde de este miércoles, la familia de Santamaria ha agradecido "todas las muestras de cariño" recibidas tras conocerse la noticia y ha dicho que "se desconocen las causas que han provocado su fallecimiento".

El cocinero catalán había sido galardonado a lo largo de su carrera con numerosos reconocimientos, el último, hace apenas unas semanas, La Alcachofa de Oro. En 2009, obtuvo el Premio Nacional de Gastronomía y un año antes, el Premio de Hoy por su obra ensayo La cocina al desnudo.

En 1981 abrió su restaurante más célebre -Can Fabes- en Sant Celoni (Barcelona) y en 1994 consiguió la tercera estrella de la Guía Michelin, convirtiéndose en el primer chef catalán que obtenía esta distinción. Además, era propietario del establecimiento Evo, en el Hotel Hespería Tower de Barcelona, que tiene una estrella Michelín, y del restaurante Tierra en el Valdepalacios Hotel Gourmand.

Aparte de su arte en la cocina, Santamaría se dio a conocer por sus agrias críticas contra algunos de sus compañeros de profesión, especialmente hacia Adriá, a quien acusó de potenciar la cocina-espectáculo y olvidar la esencia que debe primar en la mesa.

Asimismo, tachó a la nueva cocina y a sus seguidores de "fraude" por utilizar ingredientes químicos que podían ser perjudiciales para la salud.

A pesar de ellos, muchos de sus compañeros han presentado sus condolencias: "No tengo palabras, a pesar de la polémica, era amigo de toda la vida", ha manifestado Juan Mari Arzak.

Según Arzak, la falta de Santamaría será "muy importante, porque era uno de los grandes".

La chef Carme Ruscalleda se ha sumado a las muestras de dolor por 'Santamaria, "uno de los principales promotores de la cocina española y un ejemplo para toda una generación de cocineros".

"Es una tristeza muy grande, porque éramos compañeros de profesión y coetáneos. Siento muchísimo esta pérdida y me pongo en el lugar de la familia, con este frío que ha invadido todo mi cuerpo", ha señalado.

"Era un fuera de serie que entregó su corazón y su vida a la gastronomía" decía Martín Berasategui, sumándose así a las muestras de dolor de sus compañeros de profesión como Sergi Arola o Andoni Luis Aduriz.

El chef del restaurante El Bulli, Ferran Adrià, se ha declarado "en estado de choque" por la muerte de Santamaría y ha reconocido que "todo el mundo conocía las discrepancias" entre ambos en el terreno profesional, "pero también mucha gente sabía de la amistad previa". La noticia de su muerte supera, según sus palabras, las diferencias que habían mantenido por sus estilos de cocina. "Hoy es un día muy triste para toda la gastronomía española".