Barcelona quiere convertir el Paral·lel en el 'Broadway catalán'

  • Ha comprado el Teatre Arnau, en el que hará un equipamiento cultural.
  • También prevé convertir las rotondas en plazas públicas.
Imagen de la avenida Paral·lel de Barcelona.
Imagen de la avenida Paral·lel de Barcelona.
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Imagen de la avenida Paral·lel de Barcelona.

La intención es clara: que el Paral·lel recupere el brillo del pasado. Así, a la reapertura del mítico Molino, a la inauguración del Arteria Paral·lel y a la ubicación de un local de tapas con la firma de Ferran Adrià se sumará la recuperación del Teatre Arnau, unida a la creación de zonas verdes y una remodelación de aceras y del tráfico.

El Ajuntament de Barcelona adquirió el edificio la semana pasada, de unos 1.500 metros cuadrados y que pertenecía a la Iglesia Cristiana China. Pagó por él 2,6 millones de euros y su intención es convertirlo en un "equipamiento cultural". A pesar de ello, aún se ha de delimitar. "No está definido el proyecto, pero su uso será cultural", insistió este martes el alcalde, Jordi Hereu.

Tanto es así que no descartó que el inmueble, ahora medio en ruinas, acoja otra sala teatral. En este sentido, la compra del Arnau supone, según afirmó Hereu, "el primer paso para revitalizar el Paral·lel" y para que este se convierta en la gran arteria de los teatros y de los musicales de Barcelona.

Cambios en las calles

La operación va ligada a varias obras que se llevarán a cabo durante el próximo mandato. Así, tal como estiman los planes del actual consistorio, las seis «pequeñas rotondas indefinidas» que están en el lado del Paral·lel que linda con el Eixample se convertirán en "plazas públicas". Las aceras se modificarán, aunque el ayuntamiento no sabe cómo: quizás las harán más anchas, restando espacio al tráfico.

También cambiará el aspecto de la plaça de la Carbonera, donde confluyen la avenida, el puerto y los paseos de Colom y Josep Carner. El objetivo es abrir una nueva puerta de entrada al Raval y a la Fira de Barcelona: el Paral·lel.

Luces, lentejuelas y espectáculo

El Montmartre parisino sirvió de inspiración a la hora de idear la Avinguda del Paral·lel, que fue abierta en 1894. En sus años de esplendor, brillaron los neones de varios teatros, music halls, cabarés y restaurantes. Y tras una época con más sombras que luces volvió a relucir con las aperturas del Molino y el Arteria, que conviven con salas como los teatros Apolo, Condal y Victòria. Ahora, el objetivo del ayuntamiento es convertir el Paral·lel en el "Broadway catalán".

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