Hosni Mubarak se queda en Egipto, pero delega poderes al vicepresidente Suleimán

Miles de personas se manifiestan en la plaza Tahrir, epicentro de las protestas en Egipto.
Miles de personas se manifiestan en la plaza Tahrir, epicentro de las protestas en Egipto.
Felipe Trueba /EFE
Miles de personas se manifiestan en la plaza Tahrir, epicentro de las protestas en Egipto.

Decepción e ira se concentran a partes iguales entre los manifestantes de la plaza Tahrir, en El Cairo. El anuncio que esperaban, el de la marcha del que ha sido su presidente durante tres décadas, no ha llegado, a pesar de que muchos ya lo celebraban. Y es que Hosni Mubarak ha anunciado, en un discurso televisivo ante la nación egipcia, que seguirá en el poder, pero con menos prerrogativas al ceder parte de ellas a su vicepresidente, Omar Suleimán. Los detractores del todavía presidente preparan ya las protestas del que ya ha sido denominado 'viernes de los mártires'.

"He considerado delegar al vicepresidente de la República los poderes y las prerrogativas de acuerdo con la Constitución", ha dicho Mubarak. El líder egipcio se ha comprometido a dirigir un proceso que lleve a unas "elecciones (presidenciales) libres y limpias" en septiembre próximo. "Me aferraré a proteger la Constitución y los intereses del pueblo hasta que se entregue el poder y la responsabilidad a quien elijan los electores en septiembre próximo", afirmó. "Eso es lo que yo juré", aseguró Mubarak, quien se comprometió a un "traspaso pacífico" del poder.

Por su parte, el presidente de la Cámara Baja del Parlamento, Fathi Sourur, en declaraciones a la televisión estatal, aclaró que Mubarak ha traspasado algunas prerrogativas al vicepresidente, de acuerdo con las limitaciones constitucionales, pero conserva otras. Entre las que conserva figura la reforma de la Constitución y la disolución del Parlamento y del Gobierno.

Desde la plaza Tahrir, donde decenas de miles de ciudadanos siguieron el discurso en una gran pantalla instalada allí, recibieron con rabia y tristeza las palabras del presidente. La indignación e incluso los llantos sucedieron al silencio guardado durante todo el mensaje del mandatario, ya que la mayoría esperaba que Mubarak anunciara su renuncia. Muchos de los congregados se quitaron los zapatos y los levantaron al aire con la suela hacia la pantalla, un gesto de desprecio en el mundo árabe.

Asimismo, antes de que acabara el discurso, los manifestantes comenzaron a gritar "Vete, vete, Hosni Mubarak", uno de los lemas más repetidos desde el inicio de la revuelta popular el pasado 25 de enero. Muchos de ellos -miles, según Al Jazeera, comenzaron a marchar hacia la televisión estatal, donde según la televisión congregaron alrededor de 4.000 opositores, y hacia el palacio presidencial, como señal de protesta.

Mohamed ElBaradei, una de las caras más visibles de las protestas contra el régimen, ha advertido en su Twitter de que, tras el discurso del presidente, "Egipto explotará" y ha declarado que el Ejército "debe salvar al país ahora". Por su parte, el principal grupo opositor del país, los Hermanos Musulmanes, rehusó hacer comentario alguno sobre las palabras de Mubarak y su portavoz, Isam al Arian, dijo que su agrupación no se pronunciará oficialmente hasta este viernes.

A lo largo de toda la tarde de este jueves se había especulado en medios de comunicación locales e internacionales sobre la posible salida de Mubarak del poder, acuciado por la creciente presión popular. Las alarmas saltaron sobre las 18.30 horas (17.30 h en la península española) cuando la televisión estatal informó de que el 'rais' (presidente) iba a pronunciar un discurso próximamente.

"Un momento decisivo"

Poco después de la intervención de Mubarak, el vicepresidente apareció en la televisión estatal para dar un discurso dirigido a la nación en el que calificó la situación actual del país de "momento decisivo" y asegurar que "la puerta está abierta a más diálogo". Suleimán hizo también un llamamiento a la unidad y pidió a los ciudadanos que "trabajen juntos para hacer un futuro brillante", en un discurso televisado. "Llamo a todos los ciudadanos para que trabajen juntos para hacer un futuro brillante. No nos podemos dejar llevar por el caos", advirtió Suleimán. También se comprometió "a llevar a cabo una transición pacífica del poder de acuerdo a la Constitución"

"Estoy aferrado a todos los procedimientos que se acuerden en el diálogo nacional", que comenzó el pasado domingo entre Suleimán y grupos y personalidades de la oposición, dijo el vicepresidente. Además, reiteró la necesidad de restaurar la confianza de acuerdo con la Constitución y la ley. Suleimán confirmó que había recibido de Mubarak algunas prerrogativas presidenciales y explicó que se había "comenzado el trabajo con las Fuerzas Armadas". También dirigió un mensaje a los convocantes de las protestas en Egipto: "El movimiento del 25 de enero ha logrado con éxito generar un cambio global en la marcha de la democracia. El cambio ya ha comenzado".

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