La directora xeral de Innovación e Industrias Agrarias e Forestais, Alejandra Álvarez de Mon, ha destacado este jueves un incremento del 21,6 por ciento en la vendimia de uva del pasado año, hasta alcanzar los 57,6 millones de kilogramos entre las cinco denominación de origen de Galicia.

En comisión parlamentaria, ha puesto de manifiesto que esta cosecha ha sido "excepcional" y la ha considerado muestra de "la importancia del sector" en la actividad económica de las comarcas rurales, dado que en este ámbito trabajan 17.649 viticultores y 465 bodegas pese a que la superficie inscrita no lega a las 10.000 hectáreas.

Por denominaciones de origen, la directora xeral ha señalado que la de Rías Baixas —la mayor de Galicia— tuvo en 2010 la cosecha "más abundante de su historia", con más de 31,6 kilos. De este modo, ha experimentado un crecimiento del 34,1 por ciento respecto del año anterior y de un 52,7 por ciento en relación con la media de los tres años anteriores.

Por su parte, la D.O. Ribeiro recogió más de 13,6 kilos de uva, con un crecimiento del 27 por ciento sobre el año pasado y de casi un 22 por ciento respecto de la media de los años 2007-2009. No obstante, la cantidad total fue "muy inferior" a la recogida entre 2003 y 2006, cuando se superaron los 17 millones de kilos.

En el caso de la D.O. Ribeira Sacra, se recogieron 5,6 millones de kilos de uva, de modo que la de 2010 fue "la mayor" recolección "de su historia"; al contrario que Valdeorras, que registró "la menor" de los últimos 10 años con casi 4,3 millones de kilos y una bajada del 25 por ciento respecto del año anterior.

Por último, en Monterrei —la denominación más pequeña de Galicia, con una superficie de 400 hectáreas— la vendimia superó los 2,4 millones de kilos de uva, también "la mayor de su historia". En relación a 2009, el incremento fue del 17,7 por ciento, y de más del 54 por ciento sobre la media de los tres últimos años.

Análisis de la comparecencia

Presentados los datos, tomó la palabra la diputada del PPdeG Rosa Oubiña, quien destacó las medidas de ayuda puestas en marcha por la Xunta para el sector con el objetivo de colaborar con la "apuesta por la calidad" realizada por los productores y animó a la Administración gallega a implantar los contratos homologados en todas las denominaciones de origen.

Con esta visión contrastó la de los grupos de la oposición, cuyas portavoces, Sonia Verdes (PSOE) y Tareixa Paz (BNG) criticaron la presencia de la directora xeral para presentar los datos de la vendimia celebrada en septiembre. "Es un espectáculo lamentable, debería estar ocupada pensando en la próxima cosecha", sentenció la socialista, y sus palabras fueron refrendadas por la nacionalista, quien consideró la comparecencia "una absoluta frivolidad".

Además, ambas censuraron los "recortes" puestos en marcha por la actual Xunta desde la llegada de Alberto Núñez Feijóo a San Caetano, cuya actuación en este ámbito es de "paralización" de proyectos y planes comenzados por el Gobierno bipartito. En este sentido, se refirieron a las reconversiones varietalse, las mejoras en infraestructuras rurales y la firma de contratos homologados.

Igualmente, recriminaron a la alto cargo de la Xunta que se limitara a presentar "los datos cuantitativos" sin aportar "actuaciones políticas" que el Ejecutivo autonómico vaya a impulsar como medida de apoyo al sector vitivinícola.

"retos" del sector

En su turno de cierre, la directora xeral ha rebatido las acusaciones de PSdeG y BNG y ha destacado que, desde su llegada, se han firmado contratos homologados con otras dos denominaciones de origen —Rías Baixas y Valdeorras—, de modo que ya son tres las que tienen implantado este sistema.

Además, ha subrayado que la inversión efectuada por la Consellería de Medio Rural en el sector vitivinícola en 2010 fue "la mayor de los últimos años", ya que con ella se obtuvo un valor de más de 70 millones de euros.

Ahora, Álvarez de Mon ha señalado que "el principal reto" son los mercados, por lo que ha enfatizado su apuesta por la "internacionalización" de los productos con "la calidad de las variedades gallegas como elemento diferenciador". "Es nuestro reto y en ello trabajamos", ha sostenido.

Reforma de la ocm

Al respecto, la diputada del PP llamó la atención sobre la "preocupación del sector" ante la posibilidad introducida en la última reforma de la OCM del vino —el reglamento comunitario— de que puedan aparecer en el mercado vinos de mesa sin denominación de origen ni indicación geográfica con mención a alguna de las variedades gallegas.

"Nos deja en manos del duro mercado y sin protección para las variedades autóctonas", ha sostenido, para instar a la Xunta a reclamar al Gobierno central medidas para la "preservación" de estas variedades por considerarlo "vital" para el sector.

En este sentido, la directora xeral ha recordado que la Consellería de Medio Rural publicó en 2010 en el Diario Oficial de Galicia (DOG) una orden para reclamar la exclusión de las viníferas autóctonas gallegas —o al menos, del albariño— de los etiquetados de los vinos sin denominación de origen ni indicación geográfica protegida que todavía "sigue pendiente a nivel nacional".