Rodrigo Cortés es uno de los cineastas que se enfrentará a Icíar Bollaín y a Álex de la Iglesia en los Premios Goya. Su película Enterrado (Buried) aspira a diez galardones. Y además prepara una película con Robert de Niro. Está en racha.

¿Cómo se enteró de la noticia de las candidaturas?

Con horas de retraso: estaba localizando para mi próxima película, con el móvil apagado y sin saber la fecha concreta, y en esas circunstancias no hay un gramo de energía ni de tiempo que desperdiciar. Fue al encender el móvil y ver las decenas de llamadas y mensajes cuando me di cuenta.

¿Cuál es la baza de Enterrado?

A priori, no debe haber muchas más películas candidatas que se desarrollen por completo en una caja... Imagino que eso la hace especial, para bien o para mal.

¿Qué sensaciones tuvo durante el rodaje de la película?

Tenía mucha fe en el guión: encerraba algo poderoso, único e inédito. Pero eso también daba vértigo. Por suerte, tengo una falta de sentido común que me hace sentir fascinación por el vacío... Porque eso era Enterrado: no lo fue, pero podría haber sido la mayor hostia de la historia.

La película está protagonizada por Ryan Reynolds: de haber podido elegir un actor español, ¿con quién se habría quedado?Javier Bardem es estratosférico, y el talento de Luis Tosar o Leonardo Sbaraglia parece no tener fin... Con cualquiera.

¿Vendrá Reynolds a la entrega de los Goya?

Está ilusionado, porque se siente muy honrado al haberse acordado la Academia española de él, pero está difícil... Anda en Sudáfrica, rodando, y le exigiría mucho tiempo.

Y, mientras espera a la ceremonia, usted prepara Red light, con Robert de Niro...

Procuro no darle demasiadas vueltas, pero es verdad: hay veces que estoy a su lado y miro a todos lados buscando al director, y resulta que soy yo... Es un actor extraordinario, su papel es bueno y tendrá una presencia magnífica. Respecto a mí, no tengo miedo. Prefiero pensar que, si fuera violinista, elegiría tocar un Stradivarius antes que cualquier violín del montón.

BIOGRAFÍA: Nació en Orense en 1973.  A los 16 años rodó su primer corto. Debutó en el argo en 2007 con Concursante.