La boda entre el Príncipe Guillermo y Kate Middleton está cada vez más cerca, y la joven está preocupada por una serie de detalles que podrían deslucir su vestido de novia, cuyo diseñador permanecerá en secreto hasta el gran día.

El estrés de los preparativos de su enlace con el Príncipe Guillermo está pasando factura a Kate Middleton, cuya delgadez podría ponerle problemas con el atuendo elegido para su boda.

La joven ha elegido un diseño muy femenino y teme que su ausencia de curvas le impida lucirlo en todo su esplendor, por lo que se ha visto obligada a emprender una serie de cuidados que le ayuden a subir de peso. "Está introduciendo muchos más carbohidratos en su dieta. No hablamos de boles de espaguetis, sino de tostadas integrales, cereales, tortas de avena y gachas", afirman desde la revista Now.

Middleton luce actualmente una talla 34, y espera llegar al menos a una 36 no sólo por motivos estéticos, sino también por sus obligaciones como futura reina de Inglaterra. "Sabe que pesar menos de lo recomendable puede interferir en su fertilidad, y dar a luz a un heredero es una de sus principales prioridades", continúa explicando la publicación.

Por su parte, la Casa Real británica no ha querido hacer declaraciones sobre este tema ni desvelar si Middleton cuenta con una dietista, pues afirman que no comentan los asuntos personales de sus miembros.

El interés popular por el enlace del hijo mayor de Lady Di crece día tras día, y uno de sus principales puntos de interés es el vestido que lucirá la novia. Aunque habrá que esperar unos cuantos meses para conocer cualquier detalle. La joven mantendrá el nombre del diseñador en secreto hasta el gran día, y ni siquiera su futuro marido podrá ver el atuendo hasta que se encuentre con ella en la Abadía de Westminster.

"No tenemos ningún anuncio que hacer sobre el vestido de la novia. La señorita Middleton quiere que sea una sorpresa para el Príncipe Guillermo. (Su decisión) puede cambiar, pero eso es todo lo que podemos decir por el momento", ha afirmado un representante de Clarence House a la revista Vogue.

Aparte del vestido, otra sorpresa está siendo guardada para tal día. La Reina Isabel II aún no conoce a los padres de la novia, y esperará hasta el 29 de abril para encontrarse con ellos porque "no siente la necesidad" de hacerlo antes, según dijo un representante de palacio al diario Sunday Times.

Y en el caso de que cambiara de opinión y quisiera conocerles antes, parece que la cuestión sería tratada con máxima discreción y se trataría de un "encuentro privado". Por su parte, los padres de Middleton sí han conocido al Príncipe Carlos y a su esposa Camilla.