El decreto también permite fumar en eventos «conmemorativos, de representación o institucionales» que se desarrollen en estos centros –en los que ambos espacios deberán estar convenientemente separados–, así como en espacios al aire libre y reservados a fiestas privadas, como bodas o bautizos.

Respecto a los establecimientos que desarrollen varias actividades, se tendrá en cuenta cada zona de forma individual. Así, en las discotecas de los hoteles se podrá fumar si así lo aprueba su dueño. En centros educativos y sanitarios la norma continúa prohibiéndolo.

Lamela aseguró que este decreto –que aún debe ser estudiado por el Consejo Económico y Social y el Consejo de Estado– «no es inconstitucional ni ilegal», sino que palía la «falta de concreción y la inseguridad jurídica» de la ley. «Se entiende que espacios como la cafetería no son centros de trabajo, porque no es el lugar donde el trabajador desarrolla sus tareas», por lo que es legal permitir fumar si tienen más de 100m2, explicó a 20 minutos un portavoz de la Consejería.

Respecto a los no fumadores, Lamela indicó que «siempre va a prevalecer su derecho» y que los dueños de bares pequeños seguirán teniendo la opción de decidir si permiten o no fumar.

El Ministerio de Sanidad rehusó hacer manifestaciones sobre esta decisión de la Comunidad de Madrid.

Subida de  impuestos

El Congreso aprobó ayer, con la abstención del PP, la subida de impuestos a la venta del tabaco. Con esta norma, el Gobierno pretende que las compañías vuelvan a establecer los precios de las cajetillas de cigarrillos a niveles anteriores a la ‘guerra comercial’ iniciada para sobrellevar los efectos de la ley antitabaco. Esta medida ayudará, según Pedro Solbes, ministro de Economía, a disuadir su consumo y afrontar mejor los gastos sanitarios que derivan del tabaquismo.