La Policía tunecina ha utilizado gases lacrimógenos para intentar dispersar a los manifestantes que desafiaron el toque de queda y que han acampado en el exterior de la oficina del primer ministro para reclamar la destitución del Gobierno, al que vinculan con el derrocado presidente Zine a Abidine Ben Alí.

Los manifestantes respondieron a las fuerzas antidisturbios con piedras y botellas en la plaza situada ante la oficina del primer ministro, Mohamed Ghanuchi, en la vieja medina de Túnez.

Tras varios minutos de tensión, la calma regresó al lugar después de la intervención de los militares apostados ante el Palacio de Gobierno, que mediaron entre policías y manifestantes.

"No nos iremos de aquí hasta que caiga el Gobierno", clamaron los manifestantes, que se organizaron con sacos de dormir y tiendas de campaña para pasar la noche en la plaza situada ante el histórico edificio que acoge las reuniones del Ejecutivo.

Varios testigos indicaron que los manifestantes, que en su mayoría llegaron el domingo a la capital procedentes de zonas rurales marginadas, se han concentrado en el entorno de la oficina del primer ministro y han roto los cristales de varias ventanas del Ministerio de Finanzas.

Se denominan "Caravana de la liberación" y está integrada por cerca de 200 turismos , furgonetas y camiones. Esta caravana salió de la región pobre de Sidi Buzid, donde se originaron las revueltas sociales que forzaron la salida del presidente Zine al Abidine ben Alí, después de que el vendedor ambulante Mohamed Buazizi se quemase a lo bonzo el pasado 17 de diciembre.

Por otro lado, el sindicato de la enseñanza ha convocado una huelga en los centros de educación primaria este lunes, el día en que en principio debían reanudarse las clases en todo el país, después de semanas suspendidas.

Este lunes se han multiplicado en varias zonas de la capital del país las manifestaciones que exigen la salida del Gobierno de transición de los ministros del régimen del presidente depuesto, Zine el Abidine Ben Alí.

En la céntrica avenida Habib Burguiba de Túnez, más de un millar de personas se unieron a una manifestación que reclama la dimisión de todo el Gobierno de transición y la formación de un nuevo Ejecutivo desvinculado del pasado.

"Fuera los ministros de Ben Alí, no nos confisquéis la revolución", claman los manifestantes, entre ellos muchos jóvenes estudiantes, con pancartas que piden también la salida del primer ministro, Mohamed Ghanuchi, del Gabinete.

Al mismo tiempo y en la misma avenida centenares de policías permanecen concentrados ante la sede del Ministerio del Interior reclamando la salida de sus antiguos dirigentes, además de mejoras salariales.

Entretanto, el presidente interino de Túnez, Fuad Mebaza, continuaba este lunes los contactos para formar un nuevo Gobierno de transición.

Mebaza intenta encontrar a personalidades reconocidas en el país y gestores de prestigio para integrar un nuevo Gobierno, que pueda acallar las protestas populares.

Del nuevo Ejecutivo que se prepara saldrían los ministros de Ben Alí, incluido el primer ministro, que podría ser sustituido por una figura de la época del primer presidente del Túnez independiente, Habib Burguiba.

El último miembro del Gobierno en dimitir ha sido Moncer Rouissi, ministro de Asuntos Sociales en el actual gobierno de unidad nacional tunecino y antiguo jefe de campaña de Ben Alí, han informado fuentes gubernamentales.

El actual primer ministro, Mohamed Gannouchi, intensifica las consultas con la central obrera UGTT y los partidos de la oposición para "encontrar nuevas personas" que integren el gobierno, según fuentes de la oposición.