Una retrospectiva de Orkin y Engels acerca hasta Valladolid la "energía contagiosa" de EE.UU tras la crisis del 29

La muestra, que reúne mas de medio centenar de obras fotográficas, se presenta en la ciudad por primera vez en Europa
Una de las imágenes de la exposición
Una de las imágenes de la exposición
FMC VALLADOLID
Una de las imágenes de la exposición

La exposición retrospectiva 'Ruth Orkin + Morris Engel' exhibe desde hoy y hasta el próximo 20 de enero en la sala de San Benito de Valladolid medio centenar de obras que difunde la "energía contagiosa" de Estados Unidos tras la crisis del año 29.

La muestra, que se presenta en Valladolid por primera vez en Europa gracias a la colaboración de la Howard Greenberg Gallery de Nueva York y Admira en Milán, ciudad en la que posteriormente se presentará, une a Orkin y Engels, pareja profesional y personal, y compila algunos de sus trabajos más conocidos considerados por la comisaria de la muestra, Enrica Vigano, "testimonios" de la "energía contagiosa" que se respiraba en Estados Unidos tras la crisis de 1929.

El "fermento" de la cultura se entrelazaba entonces, explicó, con el deseo de "construir un futuro mejor" ya que, pese a que a finales de la década de los 30 y en los 40 existía la convicción de que el único valor de la fotografía era el estético, lo que puso en peligro su propia existencia, desde la Photo-League, asociación en la que ambos se encontraron, se trabajó en la fotografía social.

Ambos, según Vigano, comenzaron a realizar fotos sobre el "teatro de la humanidad", las calles de Nueva York, dado que ofrecían un "verdadero espectáculo".

Así, el blanco y negro inunda la sala con instantáneas que retratan la sociedad de la época, las calles de Nueva York y sus habitantes: hombres comprando periódicos, ciudadanos en Hollywood Bowl, la ciudad nevada, Central Park, jóvenes saltando al río Hudson desde una azotea, jugadores de cartas, mujeres ebrias, lectoras de cómic, puestos de fruta o limpiabotas.

Rostros famosos,

Florencia y el color

La exposición salta de Nueva York hasta Florencia, a sus calles y gentes, a sus monumentos y rincones, plasmados por Orkin, quien también, debido a sus trabajos en la prensa de la época, pudo adentrarse en la intimidad de algunos de los rostros más famosos de la época: Marlon Brando y Montgomery Clift en sus set de rodaje, Orson Welles, Bernstein, Einstein, Robert Capa, Woody Allen o Alfred Hitchcock.

El color llega a la muestra de mano de unas panorámicas de los años 80 en las que Engels plasmó momentos como el Año Nuevo chino, jóvenes comiendo sandwiches, una pizzería, un vendedor de claveles, un mago callejero o una pareja recién casada paseando por la calle.

Ella, maestra de la fotografía, y él, del cine internacional, documentaron la vida y la sociedad de la época desde sus perspectivas progresista, en el caso de Orkin, y "comprometida y audaz", en la de él, y juntos jugaron un papel "fundamental" en el panorama cinematográfico: en los años 50 realizaron el 'Pequeño Fugitivo', la primera película americana que no fue grabada en los estudios de Hollywood sino en la calle y de la que Francois Truffaut dijo que sin ella la Nouvelle Vague no hubiera existido.

Fue Mary Angel, hija de los artistas y de quien se pueden contemplar en la muestra dos documentales sobre las trayectorias profesionales de sus padres, quien en 2006 decidió crear el Orkin/Engel Film and Photo Archive, que unía y acercaba el trabajo cinematográfico y fotográfico de ambos artistas dado que los archivos de ambos permanecían separados desde 1985.

Los artistas

Ruth Orkin, hija de una actriz de cine mudo, había perseguido las celebridades desde pequeña para conseguir sus autógrafos y más adelante trabajó en los estudios de la MGM como chica de los recados y, finalmente, descubrirá su pasión inmortalizando con su máquina fotográfica a estos protagonistas.

Sus retratos fotográficos de estrellas del espectáculo son testimonios de personajes que revelan también la persona que hay detrás de la máscara pública y, por otro lado, ahondó también en la investigación artística, como demuestra la serie de fotografías hechas desde la ventana del apartamento que daba a Central Park, donde vivía con su marido y sus dos hijos.

Por su parte Morris Engel, alumno del gran Paul Strand, quien lo inició en el lenguaje de la imagen en movimiento, construía arquitecturas equilibradas con los sujetos que después recogía en la espontaneidad de las escenas de la vida cotidiana.

A finales de los años 40 se encontraron con la PhotoLeague, por el que pasaron, entre otros, Berenice Abbott, Margaret Bourke-White, Paul Strand o Walter Rosenblum y en la que Engel, con 18 años, aprendió la técnica fotográfica y con el tiempo se convirtió en profesor.

Se casaron en 1952 después de años de relación tanto personal como profesional.

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