Dos activistas de "Greenpeace", en libertad con cargos tras la protesta ante la Junta de Andalucía

Los dos únicos militantes de la organización ecologista "Greenpeace" que fueron detenidos el lunes tras protagonizar una protesta en la sede de la Presidencia de la Junta de Andalucía, han sido puestos en libertad con cargos, y están acusados de delitos de daños, usurpación y desobediencia.
Un muro de ladrillos bloquea la puerta de la Casa Rosa
Un muro de ladrillos bloquea la puerta de la Casa Rosa
Un muro de ladrillos bloquea la puerta de la Casa Rosa

La Policía desalojó en la mañana del lunes a un grupo de nueve activistas que bloquearon durante más de dos horas la entrada principal de la sede de la Presidencia de la Junta, donde depositaron ladrillos y escombros, aunque solo dos fueron detenidos, ya que subieron con utillaje de escalada a los balcones de la fachada del edificio. Estos dos miembros de "Greenpeace" se atrincheraron bloqueando sus puertas con ventosas de cristalería atadas a las barandillas, tras lo cual fueron detenidos por la Policía Nacional, que puso el caso en manos de la Policía Autonómica, responsable de la seguridad de los edificios de la Junta.

A los dos detenidos, cuya identidad no ha sido facilitada, se les interrogó y se les puso posteriormente en libertad con cargos, acusados de un delito de daños, usurpación y desobediencia, a la espera de ser llamados por el juez, informaron fuentes de la Consejería de Gobernación. Los otro siete activistas que protagonizaron la protesta solo fueron desalojados e identificados pero no fueron detenidos, según explicaron las fuentes. El material utilizado para la protesta procedía de una demolición simbólica realizada ayer en las obras de construcción del

Hotel Algarrobico, situadas en el Parque Natural del Cabo de Gata, en Almería, que Greenpeace considera "uno de los mayores escándalos urbanísticos del litoral español".

Los activistas de la organización ecologista llegaron pasadas las 07:30 horas a la entrada de la sede de la Junta, en el edificio conocido como Casa Rosa y situada frente a un acuartelamiento de la Guardia Civil, donde depositaron un volquete lleno de ladrillos y escombros, sin que intervinieran las fuerzas de seguridad.

Siete ecologistas, vestidos con monos de color naranja y tocados con cascos blancos, se colocaron junto a los escombros con pancartas en las que se leía "Demolición Algarrobico", "Cabo de Gata libre de cemento" y "Hotel ilegal: demolición".

Sobre las 8:45 horas la Policía retiró de la entrada de la Casa Rosa a los militantes de Greenpeace, que mantuvieron una actitud pasiva, y media hora más tarde desalojó a los dos activistas que permanecían en los balcones, después de forzar las ventosas que mantenían bloqueadas las puertas.

¿Qué hacer con el hotel?

Las obras del Hotel Algarrobico fueron paralizadas después de que el Ministerio de Medio Ambiente considerara su cercanía al mar y su impacto visual, por lo que las partes, con la intervención también de la Junta de Andalucía y del Ayuntamiento de Carboneras, término municipal donde se ubica el hotel, negocian una salida al conflicto ya que los habitantes de la zona ven en el proyecto un factor de relanzamiento económico.

Con esta acción, la organización ecologista, que ha entregado en la sede de la Presidencia un escrito dirigido al presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, denuncia la "pasividad" de la administración autonómica en este caso.

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