El primer ministro israelí en funciones, Ehud Olmert, había afirmado previamente que la incorporación de Hamás al Parlamento ha hecho de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) "una entidad terrorista".

En la reunión semanal del Gabinete Nacional israelí, Olmert anticipó a sus ministros que iba a proponer el cese de la transferencia de dinero con destino a la ANP en concepto de impuestos recaudados.

"Las medidas comenzarán a sentirlas los palestinos en las próximas semanas", había declarado la ministra de Exteriores, Tsipi Livni.

Dos estados

De esta manera, Olmert sentenció que "nosotros estamos por dos estados, uno israelí y otro palestino" para resolver el conflicto entre ambos pueblos, "y seguiremos atendiendo a la población civil (en Cisjordania y Gaza), pero "Israel no aceptará un gobierno de Hamás (...), no se reconciliará con el terrorismo, y seguirá combatiéndolo con todo su poderío".

Se acomo fuere, el mprimer ministro israelí aseguró que, "junto con esto, no tenemos la menor intención de afectar las necesidades humanitarias de la población palestina", pero "Israel no mantendrá relaciones con un Gobierno del cual es parte Hamás", que aspira a la destrucción del Estado judío, indicó.

Olmert dijo a sus ministros que durante la reunión les presentará una lista de medidas que se propone poner en práctica, entre ellas -según lo trascendido a la prensa- la prohibición a obreros palestinos de trabajar en el territorio de Israel, y el archivo de proyectos económicos conjuntos.

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