Los montes oseros del occidente cantábrico, que se reparten entre Asturias, León y Galicia, siguen registrando un descenso en el número de lazos retirados por los equipos de la Fundación Oso Pardo (FOP): salvo el repunte de 2008, con 196 lazos, desde el año 2004 las Patrullas Oso de la FOP encuentran cada vez menos lazos en el monte.

En Asturias, las Patrullas Oso de la FOP han participado en la localización y retirada en 2010 de un total de 34 lazos ilegales, una cifra idéntica a la de 2009 aunque notablemente inferior a la de 2008, año en el que se retiraron 180 lazos.

La mayor parte de los lazos en el Principado se retiraron en el transcurso de un operativo conjunto, a lo largo de varios días, coordinado por el Principado de Asturias y en el que participaron su propia guardería, el Seprona y, en alguna jornada, guardas de los Cotos y personal del Fapas.

Las tres Patrullas Oso de la FOP que operan en el occidente asturiano y leonés (Patrulla Oso Somiedo, Patrulla Oso Alto Narcea y Patrulla Oso Móvil) son financiadas por la Fundación Biodiversidad y la Obra Social Caja Madrid, mientras que la Patrulla Oso Galicia opera en el marco de un convenio con la Xunta de Galicia, con fondos de la Consellería de Medio Rural. Estas cuatro patrullas trabajan también en tareas de seguimiento de la población de osos y de educación ambiental.

Desde el año 1993, la FOP ha retirado 1.446 lazos, lo que da una idea de la magnitud del problema, y ha denunciado a 18 furtivos sorprendidos mientras colocaban o revisaban lazos ilegales (13 en la parte leonesa y 5 en la asturiana). Estos operativos se han realizado habitualmente en colaboración con el Seprona de la Guardia Civil.

Los lazos se destinan habitualmente para cazar jabalíes, corzos o ciervos, pero también pueden atrapar a otra fauna, incluidos los osos. Suelen ser colocados en pasos en el bosque utilizados por la fauna o en el entorno de praderas, de siega y diente, y en cultivos. La utilización de lazos para cazar está tipificada en el artículo 336 del Código Penal.

De este modo, quien coloca un lazo se arriesga a ser castigado con penas de cárcel de 14 a 24 meses (sustituida por multa económica en caso de ausencia de antecedentes), además de la inhabilitación para cazar durante un periodo entre dos y cuatro años.