Cupido ha campado a sus anchas en este año que termina. No todo han sido albricias; pero el romanticismo ha sido la seña de identidad de 2010, con instantes para la posteridad:

El beso de Iker y Sara. En plena euforia por la victoria del Mundial de Fútbol, el capitán de la selección española robó un beso a su novia reportera en mitad de una entrevista ante millones de espectadores. Por un momento, todos fuimos Iker Casillas y Sara Carbonero (o quisimos serlo), y vibramos con ellos en esa escena de película que llenó portadas e informativos de medio mundo, incluyendo el diario británico The Times. Irrepetible.

Bardem destapa su amor en Cannes. Casi tan emocionante fue ver a Javier Bardem, celoso guardián de su intimidad, declarando públicamente su amor a Penélope Cruz al recoger el premio al mejor actor en el Festival de Cannes. Aquel "a mi amiga, mi compañera, mi amor. Penélope: te debo muchas cosas y te quiero mucho" arrancó lágrimas a la aludida en el patio de butacas y conmocionó a la audiencia. Sólo le faltó arrodillarse y pedirle la mano –quizás lo hiciera más tarde, en privado–. Dos meses después (en julio) se casaban en secreto en las Bahamas; para entonces ya sabían que iban a ser padres. Hubiera sido la boda del año si no fuera por un detalle: no existe un sólo testimonio gráfico del evento.

Adiós al soltero de oro. El enlace el pasado octubre de Rafael Medina, duque de Feria, hijo de Nati Abascal y uno de los mejores partidos de España, con la arquitecta Laura Vecino, fue la boda más mediática del año. Se habló de 700 invitados, aristocracia y nobleza incluidas. Una boda de altos vuelos, casi equiparable a la de Victoria de Suecia y su 'ceniciento', ex preparador físico Daniel Westling, en junio. Considerada la 'boda del año', estuvo empañada por la ruptura de la princesa Magdalena, que iba a casarse a la par que su hermana. Para compensar, dos anuncios 'reales' largamente esperados: el compromiso de Guillermo de Inglaterra y Kate Middleton y el de Alberto de Mónaco y su 'eterna novia', Charlene Wittstock.

Miranda y Julio, 20 años después. Para paciencia, la de Miranda Rijnsburger, que tras 20 años de relación y cinco hijos en común 'consiguió' llevar al altar a Julio Iglesias en agosto. Fue una ceremonia íntima y privada, que es lo que se estila este año. Así han sido también las bodas-sorpresa de Harrison Ford y Calista Flockhart, Megan Fox y Brian Austin Green, Orlando Bloom y Miranda Kerr, Robbie Williams y Ayda Field... En nuestro país también optaron por la discreción Mario Conde, el modisto Felipe Varela y Toni Cantó, que eligió una ceremonia hippie en la playa. Los demás se decantaron por el clásico 'bodorrio: Lolita, que se casó en mayo con Pablo Durán en el castillo de Viñuelas, Lorena Bernal, su amiga y ex triunfita Nuria Fergó –ahora felizmente embarazada–, y Christian Gálvez, que encontró en la gimnasta Almudena Cid a la mujer de su vida.

Por encima de convencionalismos. A Álvaro de Marichalar no le importó el qué dirán. El aventurero había encontrado el amor a sus 49 años en Ekatheryna, una estudiante ucraniana de 23 años, y con ella se casó en septiembre. Ha sido el romance más valiente del año junto con el de Ricky Martin y su novio, Carlos González. Menos honesta y más artificiosa parece la relación entre Elsa Pataky y el actor australiano en pleno despegue hollywoodiense Chris Hemsworth, así como la historia de amor entre la modelo de lencería Irina Shayk y Cristiano Ronaldo. Daniel Craig y Rachel Weisz se han sumado recientemente a la lista de enamorados. ¿Superarán el 2011 juntos?

A pesar de todo ha habido rupturas sonadas (Eva Longoria, Sandra Bullock), tormentosas (Charlie Sheen, Mel Gibson, Tiger Woods), y más amistosas (Scarlett Johansson, Christina Aguilera). A Kate Winslet y Liz Hurley les ha dado tiempo a dejar un marido y posterior novio. En España, Espartaco y Patricia Rato han hecho correr ríos de tinta. Otros se han dado una segunda oportunidad: Jude Law y Sienna Miller, DiCaprio y Bar Refaeli...