La Consellería de Sanidade ha asegurado que cada año se registran en Galicia "más de un centenar" de alarmas por posibles intoxicaciones de monóxido de carbono y se contabiliza una media de tres muertes, por lo que ha instado a los ciudadanos a "vigilar las instalaciones y el mantenimiento" de los aparatos de combustión.

Según ha explicado la Xunta, las chimeneas, las calderas, los automóviles —o cualquier otro motor no eléctrico— y todos los aparatos domésticos que queman combustible consumen oxígeno y producen monóxido de carbono.

La intoxicación por este gas "puede ser fatal", pues si se respira en cantidades elevadas puede "causar la muerte por intoxicación en pocos minutos", tal y como ha advertido el departamento que dirige Pilar Farjas.

Por lo tanto, la Xunta ha recomendado que "si una personas está en un ambiente cerrado" con algún aparato de combustión encendido y padece mareos, falta de aliento o náuseas, "es probable que se esté intoxicando" por monóxido de carbono.

En este caso, se debe apagar la fuente de combustión, abrir puertas y ventanas e ir a un lugar en el que se puede respirar aire fresco y avisar a los servicios de urgencias médicas.

Factores de riesgo

El estudio de los casos ocurridos en los últimos años detecta que hay varios factores de riesgo y que la prevención "resulta muy importante" para evitar las intoxicaciones. Así, Sanidade ha recomendado "vigilar la instalación y el mantenimiento" adecuado de los aparatos de combustión y de sus conductos de ventilación.

De esta manera, en todos los casos en los que se utilicen aparatos de combustión en lugares cerrados se debe mantener siempre una ventilación adecuada. "Nunca se debe utilizar" el horno de gas de la cocina para calentar una casa, y "nunca se debe" quemar carbón dentro de una vivienda, aunque sea en la chimenea.

Los documentos informativos de la Xunta sobre intoxicaciones por monóxido de carbono se pueden encontrar en la web de la Dirección Xeral de Innovación e Xestión de Saúde Pública http://dxsp.sergas.es.