Irlanda, la nueva 'víctima' de los mercados

  • Los mercados de deuda intensifican su presión por la desconfianza de los planes del Gobierno de Dublín para salir de la crisis.
  • Durao Barroso dice que la UE la ayudará "en caso de ser necesario".
  • El país insiste en que "está en condiciones de pagar su deuda".
  • Salgado: La volatilidad afecta a España, pero en menor medida.

Irlanda se sigue perfilando como la próxima víctima de los mercados de deuda, que este jueves intensificaron su presión sobre la deuda de ese país, en parte por la desconfianza que generan los planes del Gobierno de Dublín para sacar al país de la crisis y hacer frente a unos intereses que aumentan día a día.

El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, añadió gasolina desde Seúl, donde asiste a la Cumbre del G-20, al asegurar que la UE ayudará a Irlanda "en caso de que sea necesario" y afirmó que la CE vigila la situación.

"Lo que es importante saber es que contamos con los instrumentos esenciales en la Unión Europea y en la zona euro para actuar si fuera necesario, pero no voy a entrar en especulaciones", afirmó Barroso en un encuentro con la prensa, en el que estuvo acompañado por el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy.

Bruselas tuvo que matizar las declaraciones de Barroso. "A día de hoy, Irlanda no ha pedido ninguna asistencia financiera a Europa", aseguró el portavoz comunitario Olivier Bailly.

"En caso de necesidad, y subrayo claramente que sólo en caso de necesidad, el presidente [Barroso] ha confirmado que tenemos todos los instrumentos necesarios sobre la mesa debido al problema que ya afrontamos en primavera con otro estado miembro [Grecia]", añadió Bailly.

A media tarde, los mercados de deuda llegaron a fijar el interés de los bonos irlandeses a 10 años en el 9,26%, lo que elevó su prima de riesgo, es decir, su diferencial con el bono alemán de referencia hasta los 680 puntos básicos, unas cifras históricas e insostenibles a corto plazo.

Desde el ministerio irlandés de Finanzas se insistió este jueves en que el Gobierno "está en condiciones de pagar su deuda", como demuestra el hecho de que volverá a emitir deuda del Estado el próximo año para "refinanciar" las arcas públicas.

Cadena de reacciones

El temor a que la situación irlandesa acentúe la devaluación de la prima de riesgo de otros países, sobre todo en España, Grecia y Portugal, ha provocado una cadena de declaraciones encaminadas a calmar a los inversores.

Esta semana, el comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, dijo en Dublín que los recortes presupuestarios previstos por el Gobierno irlandés para cumplir con las directrices de la UE son "correctos", aunque se podrían renegociar en función del crecimiento económico en los próximos años.

Rehn dejó entrever esta posibilidad durante los contactos que mantuvo con los líderes de la oposición, con quienes analizó los presupuestos generales del Estado para 2011, considerados como los más duros de la historia y cuyo objetivo es recortar 6.000 millones de euros de déficit público, el doble de lo estimado hace un año.

Reto descomunal

La realidad es que el Gobierno tiene ante sí un reto descomunal para cumplir con los objetivos fijados en un momento en que su credibilidad tanto en Irlanda como en el exterior decrece.

Con una ajustada mayoría parlamentaria, algunos expertos dudan de que Lenihan sea capaz de sacar adelante el próximo 7 de diciembre los presupuestos para 2011.

De lo que no hay duda, según reflejan las encuestas, es que este Ejecutivo no permanecerá en el poder después de las próximas elecciones generales, previstas para 2012, lo que deja en el aire el citado plan cuatrienal.

La "volatilidad" afecta a España

Por su parte, la vicepresidenta económica española, Elena Salgado, mostró también desde Seúl su preocupación por la situación del sistema financiero irlandés, pero dejó claro que la volatilidad de los mercados que ha provocado ese país está afectando "en muchísimo menor grado" a España que a la propia Irlanda o a Portugal.

Salgado reconoció que comentaron en la reunión el caso irlandés y admitió que hay "una cierta preocupación" por la indefinición de la situación y de las medidas que se pueden ir adoptando en las próximas semanas.

El efecto de esta situación es la volatilidad de los mercados, que está perjudicando "fundamentalmente a Irlanda, en menor medida a Portugal y de manera colateral a todos los países", explicó.

España, añadió, tiene que pagar por su deuda  de 30 a 40 puntos básicos más que Italia, pero se encuentra a más de 250 puntos respecto a Portugal y a más de 350 en relación con Irlanda.

"La dimensión de estas cifras habla por sí sola; Italia y España estamos también sufriendo los efectos de esta volatilidad de los mercados, pero evidentemente en muchísimo menor grado que Irlanda y Portugal", insistió antes de garantizar que no hay "ningún riesgo" para la colocación de la deuda española.

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