Los hosteleros de Valencia han reaccionado de la mejor forma posible para sortear la crisis: reduciendo los precios de sus menús diarios de comida, algo que sin duda beneficia sus clientes y consumidores en general.

Así, según han informado desde la asociación Albarca que representa a todos los locales de la zona del Carmen, «la mayoría ha bajado una media de 2 euros».

Esta rebaja es la habitual en bares y restaurantes del barrio que hasta antes de verano cobraban entre 10 y 20 euros por primer y segundo plato, bebida y postre (más café en algunos casos). Un descenso que también se ha dado en los bares de polígonos industriales.

Sin embargo, cuanto el precio es mayor, más cuantiosa es la rebaja. Así lo explica el presidente de la asociación de hosteleros del paseo de Neptuno y propietario del restaurante Tridente, José Miguel Bielsa: «La mayoría empezaron a bajar precios el pasado mes de marzo. Nosotros teníamos un menú basado en arroces a 40 euros y ahora lo ofrecemos a 32 euros. Está claro que la gente tiene menos dinero, pero sigue queriendo salir de casa y lo que tenemos que hacer es animarles ajustando los precios al máximo».

«Es la crisis del pollo»

Desde la Federación Empresarial de Hostelería de Valencia han confirmado que la mayoría de establecimientos se han visto obligados a ajustar sus precios por la crisis.

Y es que, según han explicado, «en los últimos dos años ha caído un 20% la demanda en restauración y un 30% en el sector del ocio nocturno».

Este factor, unido al descenso en algunos productos alimenticios, han permitido a los hosteleros bajar el precio de sus menús: «Podríamos decir que esta es la crisis del pollo y del cerdo. Están siendo los dos productos estrella por sus precios asequibles y, en muchos menús, están sustituyendo al entrecot u otros productos más caros», explican.

Otro de los platos protagonistas del actual momento son las sopas y guisos: «Algunos han cambiado platos más elaborados de productos perecederos que tienen un mayor coste por recetas de cuchara más familiares».

Ernesto Catalá, propietario del restaurante D'Andrea: Ernesto tiene su restaurante en la calle Convento Jerusalén. Como muchos otros locales, ha optado por rebajar su menú diario para recuperar clientela: «Tengo un menú diario con 10 primeros platos, 10 segundos y 10 postres a elegir. Hasta verano cobraba 12 euros, pero claro, a los funcionarios, que son gran parte de la clientela, les han recortado el sueldo y muchos dejaron de venir. Ahora he bajado el mismo menú a 10 euros y muchos que venían una vez a la semana, ahora vienen dos o tres veces. La mayoría me comenta que los dos euros se agradecen».