La mayoría de los españoles trabajamos en turno partido. Un 42,1%, según el Centro de Investigaciones Sociológicas. Nuestro horario no nos disgusta, al contrario -un 74,8% estamos muy satisfechos con él-, pero casi siempre alargamos la jornada más de lo necesario. El inconveniente es que el esfuerzo no nos cunde: dedicamos 38,2 horas a la semana – 232 horas al año más que nuestros vecinos europeos-, a nuestra ocupación laboral, según Eurostat, y contamos con una de las productividades más bajas de Europa. Tenemos un problema.

"Lo de los horarios es una cuestión que tenemos que plantearnos en nuestro país", decía el pasado mes de enero en un foro la ministra de Igualdad Bibiana Aído. Y tanto. Pero en este preciso momento, la crisis económica parece que ha postergado de nuevo cualquier tipo de medida o recomendación al respecto. "Solo se puede salir de la crisis trabajando más y ganando menos", aseguraba la semana pasada el presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán. Entonces, ¿en qué quedamos? La realidad es que, ahora más que nunca, a la mayoría nos resulta imposible conciliar profesión y vida personal y familiar, y eso desencadena una serie de dificultades poco asumibles.

"Un trabajador es más rentable cuanto más satisfecho está", sentencia el economista y periodista Ignacio Buqueras y Bach. Su incansable labor al frente de la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles se traducirá -entre este martes y este miércoles en Valladolid-,  una vez más, en un congreso nacional que, en su quinta edición, pretende concienciar de una vez a empresas y administraciones para lograr, entre todos, una solución eficaz a la situación "tercermundista" que padecemos. La cultura "del presentismo" y las "buenas palabras" de los políticos son parte del rompecabezas. "Ésta no debe ser la España del siglo XXI; esto no puede ser", añade.

Primero, la vida personal

Es hora de conciliar es el lema del V Congreso Nacional de Racionalización de Horarios, que cuenta en su Comité de Honor con los Reyes, varios ministros y líderes autonómicos, entre otras autoridades. "Habrá un antes y un después" de esta cita, dice Buqueras, que explica que nuestras prioridades deberían empezar por la "vida personal" para después ocuparnos de la familia y, en tercer lugar, del trabajo. Desde su organización proponen, entre otras cosas, unas jornadas laborales flexibles que comiencen entre las 7.30 h y las 9 h para terminar entre las 16.30 h y las 18 h. El desayuno, en casa; la comida, de una hora como máximo.

Iniciativas así ya se aplican en compañías "pequeñas, medianas y grandes", demostrando que la productividad sube. Es el caso de la eléctrica Iberdrola, que desde el 5 de noviembre de 2007 marcó unos nuevos horarios para sus trabajadores y consiguió "un aumento notable" del rendimiento, una "disminución del gasto energético" y que la gente estuviera más contenta. Un ejemplo a seguir, en la línea de Alemania u Holanda, países con tasas altas de productividad: las españolas han mejorado, pero su crecimiento es débil, especialmente en los sectores organizados en redes, los servicios profesionales y el comercio al por menor, según la OCDE.

De hecho, un informe del Instituto de Estudios Económicos a partir de los datos publicados por el Instituto de la Economía Alemana en abril de 2009, concluye que España ocupa el tercer puesto, por la cola, en evolución de la productividad entre 2000 y 2008 con unas tasas medias de crecimiento del 1,6% anual. El ranking, de 22 países industrializados, está liderado por la República Eslovaca (11,1%), Lituania (7,7%), Estonia (7,5%), Corea del Sur (7,4%) y la República Checa (7,1%). Nuestro trabajo, por así decirlo, sigue sin dar los frutos esperados.

Iniciativas autonómicas y locales

¿Y qué opinan los trabajadores de todo esto? Según el CIS, un 69,8% cree que el Gobierno debería entrar de lleno en el asunto para facilitar la conciliación laboral y familiar ya que, para el 64,6%, las empresas no se implican lo suficiente. El 59% de los españoles está "muy de acuerdo" en que habría que flexibilizar los horarios, y el 42,3% opina que la conciliación va más allá de un acuerdo entre cónyuges. Eso sí, si hubiera que elegir, el 45,7% de los españoles cree que la mujer debería ser quien redujera su jornada para ocuparse de las tareas del hogar y el cuidado de los hijos. Las políticas de igualdad, en este sentido, juegan un papel importante.

La Ley de Igualdad de 2007 y el Plan Concilia, impulsado en 2005 por el socialista Jordi Sevilla, supusieron avances muy importantes, pero parecen haberse quedado estancados, al menos en apariencia, por la coyuntura social y económica. No obstante, las administraciones regionales y locales sí se han puesto las pilas. En Andalucía, por ejemplo, está en marcha el Programa Conciliam 2010-11, que involucra a más de treinta ayuntamientos de la comunidad; desde el pasado 16 de septiembre, el personal del Ayuntamiento de Madrid y de sus organismos autónomos termina su jornada a las 17 h; asimismo, la Junta de Castilla y León aprobó en 2008 la II Estrategia de Conciliación de la Vida Personal, Familiar y Laboral.

La pregunta es si se puede, desde la Administración pública, meter mano en el sector privado. Según el Gobierno vasco, sí se puede: las empresas Bellota Herramientas, Euskaltel, Lazpiur S.L., y Vadillo Asesores se han acogido a un programa piloto de la consejería de Empleo para "implantar un cambio en el horario laboral" y favorecer la conciliación que será evaluado en marzo de 2011. El objetivo es adaptarse al ritmo "flexible" europeo en "todas las unidades de negocio" de las compañías. Si funciona, se haría extensible a toda la red empresarial vasca.

Término "corresponsabilidad"

A nivel estatal, las empresas de más de 250 trabajadores están "obligadas" a tener un plan de igualdad, según explica Carmen Navarro, Directora general de la igualdad en el empleo y contra la discriminación. Las ayudas y el asesoramiento online del ministerio se centran más en las pymes de menos de 250 trabajadores: 600 de ellas ya han cursado solicitudes este año para recibir dichas ayudas e implantar medidas para la conciliación. El papel de las empresas "es clave", explica, deben tener un rol "activo" que propicie estas políticas de racionalización y, sobre todo, de "corresponsabilidad", término que prefieren usar en el departamento de Aído.

En la práctica, en cualquier caso, aplicar alguno de estos planes constituye "un reto" porque la realidad es mucho más compleja. Y más si hablamos de las mujeres, que no deberían tener un papel protagonista, pero que son las que mayoritariamente están "más implicadas" con el cuidado de hijos o la gestión doméstica. Las "inercias" y los "usos y costumbres" de nuestra sociedad están demasiado arraigados aún como para que eso cambie de un día para otro, por eso desde las instituciones se intenta que "compartir" sea algo más que una teoría en los hogares españoles, porque todos, hombres y mujeres, tenemos "los mismos derechos y deberes".

Firmas y página en Facebook

El problema de la racionalización de los horarios y la conciliación es una cuestión de Estado que afecta a varios ministerios y administraciones: desde Trabajo o Igualdad hasta Economía, pasando por las diferentes comunidades autónomas, los ayuntamientos y también por el Gobierno Central. Por eso, desde 20minutos.es hemos puesto en marcha una recogida de firmas, que tendrán como destino -si se consigue un número suficiente- el Congreso de los Diputados, para intentar concienciar a todas estas instituciones e instar a que impulsen medidas que ayuden a mejorar la calidad de vida de los españoles.

Puedes apoyar esta iniciativa dándonos tus datos en el formulario de petición que hemos habilitado a tal efecto; uniéndote a nuestra página de Facebook; y, además, enviándole al presidente del Congreso de los Diputados, José Bono, un correo electrónico a jose.bono@presidente.congreso.es (Poniendo "Conciliación" en el asunto y con copia a zona20@20minutos.es) explicándole cuál es tu situación laboral y en qué medida puedes o no conciliarla con tu vida personal. También puedes contestar a alguna de las encuestas que te planteamos sobre el tema. Queremos contar con tu opinión.

Puedes seguirme en Twitter: @MirenM