La carta de presentación de la producción española Secuestrados, el segundo largometraje del sevillano Miguel Ángel Vivas, en el Festival de Sitges no podía ser mejor: hacia menos de dos semanas que se había alzado con dos de los premios más importantes del Fantastic Fest de Austin, Texas, los de mejor película y director.

Trata de una familia adinerada, una matrimonio y su hija de 18 años, que la misma noche en la que acaban de terminar la mudanza a su nueva y lujosa casa, situada en una urbanización a las afueras de Madrid, son asaltados por tres individuos encapuchados. Lo que desean los instrusos es retenerles y amenazarlos hasta conseguir de ellos el máximo dinero posible en pocas horas, una modalidad tristemente de actualidad denominada “secuestro exprés”.

Los tres integrantes de la familia están interpretados por Fernando Cayo y Ana Wagener -los padres-, y Manuela Vellés, como la hija.

Es un terror real, “el miedo a algo tan propio e íntimo como es la violación del hogar (…) y a que puedan hacernos daño, no ya nosotros mismos, sino a nuestra familia”, destacó su director, Miguel Ángel Vivas, también coautor del guión junto con Javier García, en la rueda de prensa.

Rodada, técnicamente muy bien, en menos de diez planos secuencia, la dureza y la angustia de las situaciones se irá acrecentando: “Los actores lo pasamos fatal... y queríamos contagiarlo también a vosotros (los espectadores)”, contó Manuela Vellés, entre sonrisas. Otro de los protagonistas, Fernando Cayo - que confesó haber vivido una experiencia, no tan brutal, pero en parte similar en su vida real -, que el recurso a los planos secuencia “lo hace todo más cercano”, más real y posible.

En cuanto a los tres secuestradores, dos de ellos son extranjeros, de Albania. Pero Miguel Ángel Vivas quiso desmarcarse de toda lectura política sobre ello: “Si mañana hago una película sobre un violador calvo no quiero decir que todos los violadores sean calvos”, y añadió que si había elegido dos personajes de esa nacionalidad era, buscando esa realidad, “... porque en la mayoría de casos que he leído eran albaneses”.

Lógicamente, Secuestrados tiene a un gran referente como es Funny Games, de Michael Haneke, pero el filme de Vivas posee una fuerza y personalidad propia. Miguel Ángel Vivas demuestra talento, y las interpretaciones, tan necesarias para que la propuesta funcione, son igualmente extraordinarias. Su proyección, en el pase de esta mañana, compartido por prensa y público, fue aplaudida al final.

En la producción está Vaca Films - productora de Celda 211, el éxito más reciente del cine español -, en colaboración con Attic, Blur y La Fabrique 2 (Francia). Filmax Internacional ha adquirido los derechos para su distribución en los mercados foráneos. Antes de su presentación en Sitges, y después de su paso por Austin y Toronto, ya había sido vendida a casi una treintena de países, pero en España todavía estaba pendiente de distribuidora.