El número de liberados sindicales en España es cuatro veces inferior si se compara con los representantes sindicales a tiempo completo que existen en las empresas de países como Francia, Alemania o Reino Unido, según datos facilitados por CC OO a partir de la Encuesta Europea de Empresas elaborada por Eurofound.

Según este estudio, el 8% de los sindicalistas europeos -de la UE de los 27 más Noruega- son liberados, mientras que el 29% de los representantes de los trabajadores cuenta semanalmente con "todo el tiempo necesario" para desempeñar sus labores, frente al 7% que alcanzan en España.

En la presentación de un documento sobre la afiliación y representación sindical en Europa, el secretario confederal de Estudios de CC OO, Rodolfo Benito, ha enfatizado en que la afiliación sindical en España no sólo no ha decrecido en los últimos años, sino que se ha incrementado "poco a poco", y ha recurrido a los últimos 20 años para fundamentar su argumento: entre 1990 y 2009 los afiliados se han duplicado, hasta un total de 3,2 millones.

Al mismo tiempo, Benito ha reivindicado la representación de las centrales en las pequeñas empresas, al asegurar que la afiliación en las compañías con menos de 50 empleados alcanza un 32%, mientras que la representación en aquellas con plantillas inferiores a los 10 trabajadores es del 12%. "El sindicalismo no se circunscribe a las grandes empresas", ha sentenciado.

Preguntado sobre las fuentes de financiación de los sindicatos, el dirigente de CC OO ha denunciado que los sindicatos no han recibido la devolución del patrimonio perdido durante la Guerra Civil, y que ha cifrado, según un informe de CC OO de 1977, en 7.000 millones de pesetas. "La gran anomalía de la Democracia es la no devolución del patrimonio sindical acumulado", ha indicado.

Por su parte, el director del Observatorio Confederal de Afiliación de la Fundación 1º de Mayo y encargado de recopilar los últimos datos sobre afiliación sindical en Europa, Pere J. Bneyto, ha resaltado la correlacción "positiva" entre el grado de representación sindical y los principales indicadores económicos, tales como el PIB, productividad o la tasa de desempleo.