Como es bastante habitual los últimos años, las propuestas de género de producción española siguen inaugurando el Festival de Sitges, que empezó ayer jueves. Es el caso de Los ojos de Julia, coproducción, financiada con capital español y de unos grandes estudios como Universal Pictures, y protagonizada por Belén Rueda interpretando a la Julia del título.

Una mujer que padece una enfermedad que la dejará pronto ciega, pero que antes decidirá investigar el extraño suicidio de su hermana gemela, que se había quedado ya ciega. Un thriller con psicópata a medio camino entre la luz y las tinieblas que ha supuesto el segundo largometraje para el barcelonés Guillem Morales. Los ojos de Julia se estrenará e España el 29 de octubre.

¿Nervios al inaugurar con 'Los ojos de Julia' el Festival de Sitges?

Estuve aquí hace cinco años con mi debut (El habitante incierto) y, bueno, ahora más relajado teniendo en cuenta que ya hemos probado 'Los ojos de Julia' con las reacciones del público en el Festival de Toronto.

Y contar con Guillermo del Toro en la producción, ¿todo un lujo?

Ha sido maravilloso. Aconseja muchísimo, con muchas ideas que puedes tomar o no. Pero lo que hace principalmente es asegurarse que toda la película tenga los medios que le sean necesarios. Un control de calidad desde el guión hasta el proceso final.

¿Cuál ha sido la estética o el tratamiento visual que ha querido darle a la película?

Ha sido un proceso muy curioso. Guillermo del Toro hubiera preferido una estética gótica, pero a mí me apetecía mostrar el mundo de Julia, una persona que va perdiendo la vista, y que acaba viendo algo espantoso y viviendo en un mundo de tinieblas. Me encantan los juegos de ordenador, la Playstation... y de un juego que me gusta mucho, norteamericano, lo llevé a un amigo director artístico y le pregunté como sería con un aspecto más europeo, más sucio, más sobrio, más de Europa del Este.

¿Ha sido ya vendida a otros mercados internacionales?

Creo que como unos 14 países ya la han comprado.

Además de director, es coautor del guión junto con Oriol Paulo ¿Mejor escribir sólo o a dúo?

El de 'El habitante incierto' lo escribí sólo y fue como más aburrido. Con Oriol fue más divertido, más creativo,

¿Se documentó de alguna manera en el tema de la ceguera?

Sí. Estuvimos también con la ONCE. Pero, como anécdota, fui a ver al Dr. Barraquer, una eminencia en el tema, y le pedí si podía atenderme y ver la película, para comprobar si le parecía verosímil. Me respondió que lo que importaba era la historia y que ésta lo suficientemente atractiva. De hecho la degeneración que padece Julia es una mezcla de distintas enfermedades. Y, bueno, con su opinión me quedé mucho más tranquilo.

¿Belén Rueda fue su primera opción como protagonista?

Hubo un intento de hacerla fuera, un proyecto internacional, porque teníamos contactos en Inglaterra. Y se dio la casualidad de que el guión llegó a manos de Belén y se interesó por protagonizarla. Hicimos un encuentro en Madrid y nos conocimos. Fue extraordinario contar con ella, hablamos sobre el guión, el personaje, y me pareció ideal.

¿En la película, durante la parte en qué el personaje de Julia está con los ojos vendados (por una operación), tampoco se muestran los rostros del resto de actores?

La idea era que el espectador compartiera, en cierta manera, la ceguera con Julia. Una solución formal adecuada, y no radical, en la que el espectador pudiera implicarse más emocionalmente. Hay 35 minutos en los que no se muestran ninguna mirada ni rostro, ni siquiera de Belén porque lleva los ojos vendado - sólo en los momentos de descanso, que se corresponden con los instantes en que ella está imaginando -. Me pareció muy interesante y más curioso de realizar. A veces los actores creían que la toma era buena, y no, se le había visto... la nariz, por decir algo, y había que repetir. El actor te decía, bueno, pues ahora lo haré mejor y, ¡claro! era surrealista porque precisamente en esas secuencias su interpretación, sobre todo para Pablo Derqui..., no dependía precisamente de la expresividad en el rostro o la mirada.

Una de las escenas más impactantes es también en el vestuario, con Julia rodeada de muchachas ciegas.

No sé porque pero me lo ha dicho más de una persona. Gusta esa escena (ríe), no lo entiendo. Mi intención era también que el espectador sintiera lo que estaba sintiendo Julia en ese momento, y sin ánimo de ofender a ningún invidente.

¿Ha visto el clásico Sola en la oscuridad (1967), con Audrey Hepburn?

Por supuesto. Me encanta, aunque 'Los ojos de Julia' es una historia de superación, de alguien que se está quedando ciego. Soy muy defensor del cine clásico, me encanta, pero al mismo tiempo también la realización moderna.

El villano de 'Los ojos de Julia' es un “hombre invisible”, marginal, que pasa siempre desapercibido. ¿Cuidó especialmente las característicaa de este personaje?

No lo veo tanto como alguien marginal. Y en cuanto a una persona invisible, he conocido a gente que es así: que ha ido a una fiesta y nadie se ha enterado, que está en la mesa hablando y nadie le escucha... y lo que hace peligroso el villano aquí es su rabia. Está enfadado con el mundo. Y a pesar de ser alguien peligrosísimo tiene la suficiente poesía como para intentar cambiar la realidad y hacérsela un poco suya. Por eso no lo considero alguien marginal, outsider, sino alguien enfadado con la sociedad y con la realidad, que intenta cambiarla, pero mal.

¿ El 3D€ es el futuro del cine?

El 3D más en casa: los deportes y el porno (ríe). En cine pocas, Avatar y no mucho más. Al 3D en cine es una moda pasajera. Le doy 2 años, con tanta película en 3D que es un engaño.

¿Algún nuevo proyecto?

Sí, pero aún no puedo decir nada. Lo siento.