Lluvia de homenajes para Tierno Galván en el vigésimo aniversario de su muerte

"No era menester que se tomaran ustedes tantas molestias", habría dicho hoy el que fuera alcalde de Madrid, Enrique Tierno Galván, según indicó su sucesor, Juan Barranco, en el homenaje que rindieron ayer al "viejo profesor" la corporación actual y la que le vio morir "con las botas puestas", y que se viene a unir al que la cúpula socilista regional celebrará hoy junto a su tumba.
Homenaje junto a la tumba de Tierno
Homenaje junto a la tumba de Tierno
Efe
Homenaje junto a la tumba de Tierno

El primero de estos actos se desarrolló en la Casa de la Villa, y contó con la presencia de la mayoría de los que eran concejales en enero de 1986 -faltaba, entre otros, Esperanza Aguirre-, presidido por el actual alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, con sus predecesores, José María Alvarez del Manzano, y Juan Barranco.

También estaban Enrique Tierno Pérez-Relaño, hijo del homenajeado, y la 'decana' Concha Aparicio, de 81 años, concejala en las dos corporaciones de Tierno: "Hoy es un día muy emocionante para mí", dijo la edil, quien evocaba "aquellos días tan bonitos" en los que "se trabajaba con ilusión".

Ella no intervino en el acto institucional como sí lo hicieron, por este orden, las portavoces de IU y PSOE, Inés Sabanés y Trinidad Jiménez, el vicealcalde, Manuel Cobo, y los que sucedieron a Tierno: Juan Barranco, José María Alvarez del Manzano y Alberto Ruiz-Gallardón. Sabanés recordó que Tierno se encontró "una ciudad que quería ser ciudad, y Madrid halló en él un alcalde que quería ser alcalde", y Jiménez destacó cómo durante su mandato, "Madrid experimentó la mayor transformación de su historia", convirtiéndose en una ciudad "más justa y solidaria" en la que "los madrileños tuvimos la conciencia de que este espacio era nuestro".

Cobo destacó la "rebeldía, la educación exquisita y la irreductible personalidad" del "viejo profesor", con el que, dijo, "en lo esencial, compartíamos las ideas", en alusión a lo que Tierno expresó en la Comisión de Asuntos Constitucionales del Congreso en 1978, cuando se declaró "un español total" y "global". Barranco retrató a su predecesor a través de anécdotas que ponían de manifiesto una fina ironía y su agnosticismo religioso, y contestó a Cobo que Tierno tenía una idea de España "abierta, libre, tolerante, de todos", y que solía decir: "Cuantos más libros viejos leo, menos dogmático soy".

Quien durante años le combatió desde la oposición, Alvarez del Manzano, le recordó como una persona "contradictoria pero coherente, y con sentido del humor y la autocrítica", en una época en que "no éramos enemigos, y me perdonarán los concejales de ahora: éramos adversarios políticos". En su alocución, Ruiz-Gallardón le recordó como un hombre "generoso, afectuoso y paciente" en el que había "un gran impulso rebelde y voluntad de transformación", y subrayó "la enorme ambición" del "alcalde más esperado", cuyos proyectos tuvieron "una gran visión de futuro".

"Los alcaldes inteligentes quitan los coches de la calle y los meten por debajo", bromeó el regidor, en alusión a cómo Tierno sustituyó el "scalextric" de Atocha por un túnel. Apretujados en los escasos bancos del Salón de Plenos, podía verse a Carlos López Collado, quien fue concejal de Seguridad y que, como era su costumbre, tomó notas durante el homenaje para elaborar luego una crónica que solía leer a sus compañeros tras los plenos municipales, y a controvertidos concejales como Enrique Villoria y Angel Matanzo, Jesús Espelosín y Ginés Meléndez.

Todos los invitados recibieron, al término del acto institucional, un ejemplar de los bandos de Tierno Galván reeditados por el Ayuntamiento a través de su imprenta artesanal con motivo del vigésimo aniversario de la muerte de su autor, edición que no incluye el último bando, de 1985, que Tierno dejó inacabado.

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